VOR: Una pesadilla que se llama Malacca

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«MAPFRE» echó el ancla en la madrugada de ayer (20 enero) para evitar retroceder las millas que tanto les ha costado recorrer hasta Malaca, igual que «Team Brunel» y «Abu Dhabi». Junto a la polución de las aguas y el trafico marítimo, se confirma la fama de este estrecho como «la pesadilla de la vuelta al mundo a vela», en palabras algunos tripulantes. Los españoles continúan terceros.

Sabían que la etapa 3, a pesar de no ser la más ventosa, podía ser una de las más duras. De hecho, para algunos de los veteranos el Estrecho de Malacca es el peor pasaje de la vuelta al mundo a vela. Su pesadilla. Pero no todos contaban con que nada más entrar en esta franja de agua conocida por ser la más transitada del mundo junto con el canal de Panamá, tendrían que tirar el ancla para no ir marcha atrás.

Por si esto fuera poco, algunos de los barcos han decidido dejar de utilizar los ventiladores, y no porque el calor haya cedido. Se debe a que la etapa puede llegar a durar hasta cinco días más de lo previsto, quién sabe si más, y el combustible a bordo puede no ser suficiente. Por esta misma razón, han comenzado también a racionar la comida. Es cierto, la navegación ha evolucionado, y estos barcos cuentan con la más avanzada tecnología. Pero en algunos aspectos, continúa siendo como hace siglos. Y el Estrecho de Malaca también.

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«Dongfeng Race Team» sigue primero, con «Abu Dhabi Ocean Racing» a 80 millas, y «MAPFRE» a 81. El navegante vasco-francés del «Dongfeng», Pascal Bidegorry, sigue marcando para su barco una ruta distinta a los otros, y ha buscado en la costa de Sumatra lo que no encontró antes en la de Malasia. Han bordeado el paso obligatorio que marca el comienzo de la zona de exclusión, la que se extiende hasta la punta Sur de Malasia, que probablemente les obligará, de nuevo, a realizar infinitas maniobras.

Se espera que hoy por la noche hayan alcanzado el punto más septentrional de Malasia, y se adentren en el estrecho de Singapur, plagado de barcos. Será entonces, también, cuando vuelvan a disfrutar de algo más de viento. Pero hasta entonces seguirán viviendo su particular pesadilla.

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Foto: Amory Ross/Team Alvimedica/Volvo Ocean Race