Técnicas avanzadas de curricán

La pesca al curricán desde kayak está pasando de ser una mera práctica para aprovechar los desplazamientos hasta las marcas de pesca, para ser eje central en las jornadas de muchos kayakeros.

La especialización en la técnica, junto a los avances en los materiales, experiencia de los pescadores, además del fondo físico que poco a poco va en aumento, hace que sean cada vez más los adeptos a pescar durante horas y horas de manera especializada al curricán desde kayak.

Ahora bien, ¿se trata sólo de arrastrar un señuelo sin más? ¿Todos los señuelos requieren la misma velocidad de paleo? ¿Hay peces más proclives a picar al curricán? Descubramos algunas cuestiones avanzadas que nos harán sacar aún más provecho del curricán desde kayak.

Equipos

Lo primero que deberemos disponer es de un kayak de buen paleo, orientado a la travesía, con eslora por encima de los 4 m como mínimo y mangas lo más estrechas posible que nos permitan manejar nuestra estabilidad. Posiblemente sea tendencia mundial el hecho que los kayaks construidos en fibra, como Konero Kayak o Steal Performance vayan haciéndose espacio por ser muy ligeros, son de pronunciadas proas y hasta con recubrimientos en gelcoat náutico, a semejanza de grandes embarcaciones motorizadas para conseguir un óptimo deslizamiento en el agua.

 

Cañas, carretes y sedal

El uso de un equipo específico de curricán será un punto básico. Las cualidades que buscaremos en una caña de curricán son longitud suficiente para que nos permita trabajar cualquier pez, de forma que podamos hacer pasar a este mismo tanto por proa como por la popa del kayak durante la lucha. De ahí el rango orientativo de 1,80 a 2,10 metros de longitud. Buscaremos flexibilidad para indicarnos las picadas; y potencia para facilitar la recuperación de la pieza pescada. No debemos excedernos en flexibilidad pero sí tener la suficiente como para comprobar en la puntera ese leve cabeceo de la misma, producido por la natación de los señuelos.

Las cañas provistas de punteros híbridos serán las más idóneas o incluso podemos proveernos de punteros de este material, que encontraremos en tiendas de pesca y que podemos adaptar a nuestras cañas, pudiendo así encontrar la acción y potencia óptima para esta técnica. Debemos obviar cañas duras que no harán sino eliminarnos el factor “informativo” del devenir del señuelo y peces, además de posibles desgarros en la boca de los peces, pues no podemos olvidar que la picada al curricán suele ser muy violenta y toda la carga de la misma irá a residir en la boca del pez.

Por otro lado, en cuanto a carretes no necesitaremos de grandes recuperaciones, tanto en versión de tambor giratorio como bobina fija. El freno será nuestro mejor aliado junto a un ratio medio-bajo, permitiéndonos trabajar los peces con tranquilidad y buena tracción.

En cuanto a filamentos se refiere, es muy recomendable usar trenzados, ya que nos supondrán una fuerza extra y la posibilidad de rebajar grosores mejorando la sensibilidad del conjunto.

Excitadores

Algo tan extendido en la práctica del curricán de altura o costero desde embarcación como es el uso de excitadores, es curiosamente apenas usado por parte de los kayakeros. En parte provocado por la necesidad de imprimir grandes velocidades de paleo para provocar un correcto funcionamiento de los excitadores, y en otras por el desconocimiento de otras posibilidades existentes para llevarlo a cabo.

De este modo el uso de un simple buldó o boya de agua tan populares entre spinners pueden ser un magnífico aliado para los kayakeros. A excepción de la transparencia del propio buldó, además apenas mantengamos una velocidad de unos 2-2,5 nudos nos será suficiente para levantar agua y crear un alboroto extra que rompa la superficie y atraiga a los peces, principalmente azules que vendrán posteriormente a atacar a los señuelos terminales que aparejemos.

Tenemos otro gran y amplio abanico de posibilidades con el uso de señuelos de superficie o incluso con aquellos que no lo son tanto, como por ejemplo jigs planos de poco gramaje que largados a unos 8-10 metros del kayak podremos mantener chapoteando por la superficie cual presa que trata de escapar. Aún más, y tirando de agua dulce tenemos señuelos tan conocidos como propellers, spinnerbaits y demás variantes orientados precisamente para su uso a bajas velocidades. Son ideales para curricán de superficie. También podemos situarnos en un punto opuesto, y es que no necesariamente tendremos que alborotar la superficie para atraer la atención de los peces. Existen otros métodos, nuevamente importados del agua dulce, que nos pueden proveer de un perfecto cardumen de peces, tras la estela de nuestro kayak. Los afamados montajes Alabama rig o Umbrella rig. Un complemento ideal como excitadores desde kayak.

Montaje de cardúmenes

El uso de un señuelo por caña suele ser por comodidad y facilidad de uso, es la manera más fácil de realizar el curricán. Cada caña un señuelo, posiblemente de diferente profundidad de natación, pero en la práctica serían sólo dos puntos de atención y de zona de acción.

Pero, ¿y por qué no usar aparejos de curricán? Al igual que pudiéramos hacer en surfcasting, la preparación de gametas sobre nuestro señuelo terminal con perlas perforadas permiten disponer de distintos señuelos con apariencia de cardumen a distintas alturas y cubriendo mayor capa de agua al realizar el curricán. Éste es un sistema que evita enredos y que mantiene siempre las gametas correctamente estiradas. Si queremos algo más técnico, nos valdremos del montaje twin rig ideado para spinning. Es posible conseguir que dos señuelos vayan cruzándose de izquierda a derecha detrás de nuestro kayak. En definitiva, es realismo 100%. Tan fácil como sujetar la línea a la pala, ya sea con la mano o con una pinza de curricán y, mientras paleamos, iremos consiguiendo imprimir los tirones necesarios que de otro modo haríamos con la caña consiguiendo un montaje twin rig en toda regla mientras practicamos curricán.

 

Buscando peces

Atendiendo a la referencia del uso de curricán para nuestros desplazamientos de una marca a otra, siempre se ha tendido a realizar pasadas rectas durante la acción del curricán. En este caso, debemos atender a que en el mar la gran mayoría de los peces se desplazan siguiendo corrientes, termoclinas, cañones de piedras,relieves, o persiguiendo a peces-presa que a su vez están condicionados a estos factores.

Es por ello, que una correcta localización de los peces pasa en muchas ocasiones por marcarnos una zona de acción y realizar pasadas en forma de “S” por ella. De ese modo, tendremos mayores oportunidades de coincidir con los cardúmenes para posteriormente marcarnos según ya sonda y gps la ruta realizada y que nos permitirá volver a repetir picadas.

 

Velocidad de paleo

No existe una velocidad óptima de curricán desde kayak. Existen situaciones, peces, señuelos y variantes que si nos amoldamos a ellas serán claves para obtener picadas.

Hay quienes optan debido al buen fondo físico a subir de nudos a bordo del kayak, obviando que peces como la lubina o la corvina no son amantes de la persecución. Se centran en la emboscada con un sprint rápido y corto. De ahí que en su búsqueda deberemos procurar no subir de los 2,5 nudos o dejaremos peces atrás.

Al contrario nos puede suceder con bonitos, o listados, amantes de la velocidad y capaces de mantenerse incluso durante varias millas persiguiendo a sus presas sin descanso. Será aquí un paleo rápido y sostenido la clave para darles pesca.

 

Por otro lado y centrándonos en esos momentos de inactividad y apariciones fugaces de peces a distintas capas del fondo, donde haciendo uso de diferentes señuelos y su zona de nado los que conjugaremos con la velocidad para obtener picadas. Por ejemplo, son muchas las versiones de jerkbaits que en su versión hundida y controlando la velocidad de hundimiento nos pueden permitir mientras hacemos curricán y realizando paradas intermitentes el realizar un movimiento similar al “dientes de sierra” en jigging, con la salvedad de que serán de recorridos más largos y cubriremos grandes zonas de agua y en constante avance. Incluso podemos llegar a cabo esta misma maniobra con jig heads aparejados con pepones o pulpos consiguiendo el mismo efecto.

Y por último y no menos importante sobre todo si pescamos con dos cañas a la vez. Aparte de combinar señuelos, profundidades ante la primera picada ¡no dejes de remar! Tenemos el instinto natural de dejar de remar tras la primera picada, sin embargo está más que constatado que si no sólo mantenemos la velocidad sino que incluso la aumentamos el porcentaje de picadas en nuestra segunda caña es altísimo. Mantener entre 5-10 segundos al menos la velocidad de paleo, o mejor aún incrementarla, serán cruciales y nos provocarán muy gratas dobles picadas.

El curricán desde kayak no es sólo hacer millas sin más y ver qué cae. Existen multitud de variantes y detalles que a priori insignificantes pueden ser la diferencia entre un día más, o el día perfecto de pesca. Basta con poner nuestra imaginación en marcha, poner en práctica toda nuestra experiencia y tener muchas ganas de descubrir y aprender. Con estas primeras nociones de técnicas avanzadas ya tenemos un nuevo mundo que explorar.