El spinning es, ya de por sí, una modalidad de pesca bastante técnica que conlleva sus dificultades, pudiéndose multiplicar éstas exponencialmente al pescar en superficie. Dominar a la perfección poppers y paseantes puede llegar a ser una odisea o un suplicio, que se disipa al usar un señuelo intermedio: el pencil popper.
No existen dudas al elegir la técnica de pesca más espectacular que practicamos: el spinning en superficie, como tampoco las hay para aburrir a cualquier aficionado a la pesca por la dureza, técnica y dificultad que conlleva. La experiencia será siempre nuestra mejor aliada pero, para los que no gozan de tiempo para practicar miles de lances, podemos encontrar en el mercado material específico para hacernos disfrutar del espectáculo de pescar a ras de agua sin necesidad de ser grandes especialistas. Veamos qué, dónde, con qué y cuándo.
La pesca en superficie
No basta con lanzar un popper y recoger sedal para practicar una pesca espectacular y efectiva. De nada nos sirve pasear señuelos si no tenemos la técnica específica dominada a la perfección. El spinning en superficie atrae al asiduo de la misma forma que aburre al pescador ocasional. No es una pesca “para probar”; se necesita pasión, entrega, perseverancia, mucha paciencia y, sobre todo, saber disfrutar de cada lance y la recogida con que nos sorprende cada señuelo que tenemos en nuestra caja. Con el tiempo, llega la técnica y –casi sin darnos cuenta- se acumula la experiencia y llegan las ansiadas capturas. Anjovas, lubinas, atunes y palometones van a ser las protagonistas de nuestros deseos.
El equipo de pesca más recomendable
Actualmente podemos comprar numerosos modelos de cañas, carretes, hilos y accesorios acorde a cada bolsillo y necesidades de cada pescador. Lo primero que debemos tener en cuenta es a qué pez vamos a tentar y qué tipo de señuelo queremos lanzar. Dejando de banda a los atunes, que necesitan un equipo heavy, usaremos un equipo de pesca medio que cubrirá nuestros deseos y garantizará el aguante de cualquier picada.
-La caña va a ayudarnos a dar vida a los señuelos y a poder aguantar las luchas sin tregua de grandes depredadores marinos. Será ligera para poder aguantar muchas horas practicando lances y recogidas técnicas, y para que éstas sean más fáciles de realizar. Recomendamos que la vara sea más bien dura, dado que si es blanda, le costará mucho más arrastrar a poppers y hacerlos chapotear. Al ser movimientos técnicos, nos será de gran ayuda una vara no muy larga, en torno a los 2,25 m y la acción nos valdrá una de 60 gr, aunque este baremo oscila bastante según las marcas.
-Usaremos un carrete de mediano tamaño, ligero de peso y que pueda albergar un mínimo de 200 m de trenzado. El freno debe ser fiable, dado que al usar un equipo de pesca medio, nos puede sorprender un gran palometón y romper cualquier punto débil de nuestro equipo, ya sean nudos, grapas o abrir nuestras poteras por querer apretar el freno demasiado. El freno debe estar duro pero siempre debe dejar salir sedal en caso de extrema necesidad. El ratio puede ser lento, dado que la recogida de estos señuelos –por lo general- será más técnicas que rápida, pero siempre podemos hacer volar a ras de agua un paseante o un pencil popper con un ratio más alto.
-El hilo tiene que ser tranzado, pues su nula elasticidad nos facilitará el manejo de los señuelos y clavará sus poteras al instante. Debemos empalmar un par de metros de nailon -fluorocarbono o no- de unos 0,50 mm de grosor rematado con una grapa resistente y de calidad para poder cambiar el señuelo rápidamente. El uso de gafas polarizadas es obligatorio para proteger nuestros ojos de posibles daños y para poder vislumbrar cualquier acercamiento o ataque de un depredador.
Popper vs paseante
Los poppers son la esencia más primitiva y salvaje de la historia de los señuelos de pesca. De tan simples que son, cuesta encontrarles el ritmo y la cadencia de su poderoso reclamo.
Los paseantes son realmente espectaculares. Con sólo saber recogerlos bien, podemos disfrutar de una jornada de pesca sin picada alguna, pues hacer zigzaguear un señuelo en aguas tranquilas es un goce de por sí. Ver atacar un depredador salido de la nada o una gran sombra, perseguir nuestro rastro sobre el agua, nos va a grabar esas imágenes.
Pros y contras de estos señuelos
Poppers
Como en la moda y en la vida, lo más espectacular no es lo más cómodo de usar ni lo más efectivo en su utilidad. Podemos levantar de un fondo de unos 12 m y atraer enormes depredadores a gran distancia con los ruidosos chapoteos de un buen popper, pero la realidad nos dice que se pierden muchas picadas a la hora de clavar al pez. Sea por torpeza del pez a la hora de atacar o por los nervios de ver su ataque, solemos perder la templanza de clavar los anzuelos en el momento justo, sacando el señuelo de su boca en el último suspiro.
Para poder lanzar, trabajar y clavar a grandes depredadores con un gran popper, necesitamos un equipo de pesca acorde a tan descomunal esfuerzo. Llevar a bordo un equipo pesado de spinning cabe en nuestra lógica y en nuestra embarcación, pero debemos llevar otro más liviano, o acabaremos agotados antes de poder atraer a cualquier presa.
Podemos usar poppers de pequeño tamaño con el equipo medio para no cansarnos tanto, pero la dificultad en la recogida y la clavada será la misma que con los más grandes. El error más habitual es enganchar el bajo de línea con las enormes poteras, pues llegar a coordinar el movimiento agresivo de la caña con la recogida del carrete cuesta bastante, y el resultado más habitual es que el popper venga preso por el mismo sedal que debe animarle, nadando mal, no haciendo su función de chapotear y frustrando una y otra vez nuestros lances.
En lo que se refiere al lance de estos señuelos, por su forma plana y cóncava en su parte frontal, es evidente que perderemos bastantes metros de distancia si los comparamos a otros señuelos más aerodinámicos. Con los poppers perdemos distancia de lance y efectividad en la clavada del depredador, ganamos en poder de atracción y diversión pero son los más duros y cansados de usar. Anjovas, palometones y túnidos no dudarán en dar cuenta de un buen popper, mientras que las astutas lubinas recelarán bastante más a la hora de atacar.
Paseantes
Con los paseantes ganamos en distancia de lance, también en efectividad a la hora de enganchar al pez, podemos usar equipos de pesca mucho más livianos y las lubinas no dudarán en darles caza. A simple vista, podemos pensar que tenemos ante nosotros un señuelo excelente, y lo es, si sabemos pasearlo.
La técnica de pesca ha de ser refinada para hacer zigzaguear bien a estos engaños, y nuestra muñeca y antebrazo se llevará todo el esfuerzo. Los movimientos deben ser suaves, no “cansan” nuestro cuerpo como lo hacen los poppers, pero al ser movimientos muy repetitivos, debemos prestar atención a las posibles tendinitis y dolores por inflamación de articulaciones.
En una jornada de pesca a spinning debemos ir intercalando los señuelos y las técnicas de pesca para no sobrecargar nuestros puntos débiles, que serán espalda, hombro, brazos, codo, muñecas y manos.
Podemos encontrar en nuestras tiendas de pesca infinidad de señuelos, de entre ellos poppers y paseantes, que por su tamaño, forma y peso nos pueden ayudar a la hora de hacerlos trabajar correctamente. De todas formas, necesitamos tiempo y paciencia para dominarlos a la perfección, y por eso los desarrolladores e ingenieros de las mejores marcas trabajan duramente en nuevos diseños para hacernos la pesca más fácil y agradable.
La evolución ha dado forma a un nuevo concepto de señuelo para la pesca en superficie, fusionando lo mejor de los poppers con lo mejor de los paseantes, creando un híbrido capaz de atraer a los depredadores como lo hace un buen popper, poder ser lanzado más lejos que un paseante y, sobre todo, mucho más fácil de usarlo. Nace el pencil popper.
Acción de pencil popper en el agua.
Pencil poppers
Los pencilpoppers no son la panacea del top water pero, sin duda, nos ayudarán en el disfrute de una jornada de pesca. Con sus variantes, podemos observar que –por lo general- presentan una forma delantera similar a pequeño popper y una trasera emulando a un paseante un tanto exagerado. La boca chapotea y la parte posterior pasea.
El poder de atracción viene compensado con bolas interiores que arman un ruido excitante y tormentoso para cualquier depredador. La parte trasera pesada garantiza un lanzamiento extra largo y un aterrizaje sin problemas ni daños colaterales. De la recogida fácil, efectiva y divertida se encarga su diseño híbrido entre ambas escuelas. El babero copiado del popper –pero menos pronunciado– y las bolas internas que arman ruido se encargan del poder de atracción de estos señuelos; mientras que el trasero asegura unos lances ilimitados y una recogida en superficie mucho más eficiente por su dinamismo y facilidad de uso.
Mientras que con los poppers perdemos efectividad en un 35% de nuestros lances por no saberlos recoger adecuadamente o lanzarlos demasiado cerca, el pencil popper nos asegura hasta un 90% de efectividad en este asunto.
Con los paseantes ganamos en distancia al 95% con respeto a los poppers, pero perdemos el 40% de su efectividad al no saber moverlos correctamente. Al usar un pencil popper, lanzamos a igual o a más distancia que con los paseantes pero ganamos en un 90% de efectividad en su recogida, dado que su propio diseño nos garantiza un movimiento atractivo para provocar cualquier ataque sin necesidad de ser grandes expertos.
Nuestras aguas empiezan a calentarse. Es hora de poner a punto nuestros equipos de pesca y rellenar los espacios vacíos de nuestras cajas de señuelos. A los antiguos poppers y a los siempre interesantes paseantes, debemos guardar espacio para los efectivos pencil poppers. La pesca en superficie, ahora sí, está al alcance de todos.
