«Mezquita» y «Colicresta», los ganadores

El Puerto Deportivo de Benalmádena consiguió reunir a 41 barcos en su XXI Torneo Internacional de Pesca de Altura, logrando la participación más alta de los últimos años. Es cierto que aún queda lejos del récord general, cuando fueron 117 las embarcaciones participantes, pero podemos decir que la participación en esta edición de 2014 ha sido un gran éxito, ya que hablamos de 164 pescadores en acción y otros tantos tripulantes en calidad de invitados, familiares, etc.

Lo cierto es que la afición esperaba estas fechas con ansia, puesto que Benalmádena se ha quedado como única población de Andalucía que celebra un torneo Open de esta categoría, con premios espectaculares a pesar de que la cuota de inscripción es de solo 100 euros por embarcación. Desafortunadamente, la crisis ha contribuido enormemente en la suspensión de competiciones similares en la costa del Sol, y en esta ocasión la afición tenía ganas de “echarse a la mar” para competir en igualdad de condiciones con sus compañeros de siempre, algunos de ellos tomando parte en todas las ediciones celebradas hasta ahora, y ya van 21. Sí, podemos hablar de un gran interés general por formar parte de esta gran fiesta de la pesca, y la reunión de patrones pareció más una reunión familiar donde todo fueron sonrisas, abrazos y bromas.

 

Reunión de patrones

La fiesta empezaba pronto, a las 19.30 h, pero curiosamente a las 18:30 ya estaba en marcha, algo que tampoco había ocurrido antes. Los patrones fueron llegando con sus marineros, skippers, familiares, etc, y en poco tiempo las instalaciones del Centro Náutico de Benalmádena se encontraban a rebosar. Cada patrón recogía su bolsa de regalos, con cuatro camisetas diseñadas para el evento, bebidas, cuatro invitaciones para la cena de clausura, gafas de sol, etc. De 23 reservas de plaza se pasó a 41, lo que indica que 18 patrones se inscribieron a última hora y no por indecisión, sino porque siempre lo han hecho así.

La reunión fue cortita; todos los presentes conocen sobradamente las normas a pesar de que el reglamento escrito contempla otras interpretaciones, así que solo hubo dudas por parte de la nueva leva, que nunca falta. En definitiva, se acordó adelantar una hora la salida (de las 9.00 h a las 8.00 h), autorizando líneas al agua en el momento de salir de bocana (a voluntad). A las 19 h había que estar en puerto, dentro ya de bocana (el domingo, a las 18 h).

Se podía pescar con equipos de 30 y 50 libras, y se podían montar hasta siete cañas siempre y cuando embarcaran cuatro pescadores con sus respectivas licencias. Si no era así, solo lo autorizado, que son dos cañas por pescador. Las especies válidas serían los túnidos menores y escómbridos (más de 3 kilos), el marlín blanco y la aguja imperial siempre y cuando midiesen más de 1,20 metros, y el dorado (más de 3 kilos). En cuanto a la zona de pesca, se trazó un “cajón” de 50 millas hacia Poniente y 50 millas hacia Levante, a una longitud máxima de 25 millas de la costa, siempre tomando como base el puerto de Benalmádena.

A la conclusión de la reunión se pasó a celebrar el acto de bienvenida, que se celebró en la terraza del Centro Náutico donde nos agasajaron con un buen refrigerio, un catering bien servido en el que no faltó buen queso y jamón, salteado con chorizo, cabeza de lomo, salchichón y toda clase de bebidas y refrescos. Algo más tarde empezaron a llegar los platos calientes, destacando la berenjena rebozada cortada en tiras (riquísima), camarones rebozados, croquetas, cazón en adobo… Ya cenados, algunos fueron a dormir y otros dieron un vuelta por la popular feria de Málaga, que estaba en pleno apogeo.

 

Primera manga

En los días previos la costa sufría un fuerte Poniente, y por la noche llegó el Terral, también con fuerza. Las banderas del paseo del puerto se volvían locas y ondeaban en todas direcciones: unas mirando hacia Poniente, otras hacia Levante y otras de Terral. Lo curioso es que todas estaban alineadas en un tramo de solo 50 metros… Por otro lado, las previsiones del tiempo indicaban una clara mejoría durante la madrugada, con buena estabilidad a lo largo del día para la llegada de un ligero Levante a última hora. En menos palabras, el tiempo y la mar estaban de parte de los deportistas, así que salieron con más ganas todavía y bien prontito, sobre todo los más acostumbrados a competir, destacando entre ellos a Alberto Vázquez y su tripulación, quienes ganaron la Copa del Rey de Pesca de Altura al Brumeo apenas dos semanas atrás.

Juntos salieron “El Barracuda”, el “Embrujo Segundo”, el “Canela”, “Macumar”, “Christian One”, “Giraldillo”, “Euromar”, “Galeno”, “Yedra IV”, etc. A las 9.00 h ya estaban casi todos en el agua, en acción de pesca, aunque hubo que esperar hasta las 11.30 h para certificar la primera pieza válida, que de momento ya estaba premiada con el Trofeo Pesca a Bordo. Fue para Juan Ramón, patrón del “Galeno”, con base en Fuengirola. El Puerto Deportivo de Benalmádena forma parte del 2º Torneo Challenge Pesca a Bordo a Curricán.

A las 13.00 h solo había una captura, la del “Galeno”, un listado de entre 5 y 6 kilos. A las 15.17 h estaba previsto el repunte de marea alta, con las tablas solunares, mostrando una gran actividad a partir de esa hora. El repunte no falló. El primero en cantar combate fue Raimundo Écija, patrón del “Mezquita II”, y nada más y nada menos que con un marlín al que le calculó unos 20 kilos y más de 1,60 m. Pero eso fue cuando logró vencerlo, ya que antes mantuvo una dura batalla contra el marlín y contra los propios nervios, que solo llegan cuando se está en competición. En este caso el combate acabó en captura válida y parte de la flota, aquellos que por cobertura pudieron seguir sus peripecias a través de la radio, lo felicitaron. Algo más tarde llegó el turno de Atanasio Santaella, patrón de “El Colicresta”, que consiguió una pareja de dorados a los que no supo calcular un peso medio, aunque siempre superior a la medida mínima. Las cosas se animaron y Christian López también tuvo su oportunidad con los picudos, aunque no pudo aprovecharla porque el pez logró huir en uno de sus arrebatos. Eso sí, en apenas unos minutos volvió a entrar en combate y esta vez se trató de un dorado que mordió con rabia, sumando una nueva captura para totalizar un total de cinco; escaso bagaje para tanto barco, tanto pescador y tanto talento como había sobre las aguas; campeones y subcampeones de varios campeonatos de España, de varias Copas del Rey, y de varias Copas Príncipe de Asturias… Pero las aguas mandan y éstas seguían frías, muy frías para la época, y es que el Poniente no perdona y mucho menos cuando se presenta durante tanto tiempo seguido.

Con estos resultados llegábamos a las 17.30 h, un momento clave para todos los que navegaron al límite de Poniente y Levante, ya que a las 19.00 h todos tenían que estar dentro del puerto. Pero era un incentivo, ya que muchos pusieron rumbo a la bocana del puerto a velocidad de curricán, con sus muestras danzando sobre las olas buscando aquellas picadas sorpresa que suelen poner el alma en vilo. Finalmente, a las 19 h todos estaban dentro del puerto, bien en sus amarres o en capitanía, unos para pesar sus capturas y otros para repostar combustible.

 

 

Segunda manga

En la segunda manga el sol ya quemaba “antes de salir” y no soplaba ni la más mínima brisa. El agua era un espejo y solo se movía al paso de las embarcaciones, que una vez más se concentraban en la bocana del puerto esperando la hora de salida. Todos tenían bien claros sus objetivos: los patrones del “Mezquita”, “Galeno” y “Christian One” buscarían como mínimo una captura que les permitiera sumar dos para entrar en la clasificación de mayor peso total. El resto intentaría batir el peso de la pieza mayor, fijado en 19,4 kilos, y si lo lograban pues a buscar la segunda captura ya que solo les faltaría una.

No eran retos complicados. “El Barracuda”, “Macumar”, “Embrujo”, “Giraldillo”, “Kaiman Uno”, “Euromar”, “Salamora”, etc, cuentan con tripulaciones muy laureadas y técnicas, reforzadas además con muy buenos equipos de pesca, ligeros y seguros, y en cualquier momento podría entrar una de aquellas albacoras que pasaban de los 20 y 25 kilos, una buena pareja de dorados o un picudo de los de buena talla. Esos eran los objetivos, y a las 08.00 h muchos ya se pusieron en marcha.

La mar era un plato de porcelana azul, con el cielo reflejado sobre la superficie. Un espejo. Muy difícil para la pesca de pelágicos, ya que ven y oyen mejor que nunca y suele pasar que descubran el engaño cuando se acercan a atacarlo a toda prisa. Con las aguas movidas llegan hasta la muestra y casi siempre no les da tiempo de volverse atrás, quedando prendidos del anzuelo, pero con el mar así ven hasta el color y el diámetro de los hilos. Pero es un “mar” de contradicciones ya que con la superficie en calma muchos predadores ven y oyen las muestras desde grandes distancias y desde mucho fondo, y no se asustan por ver el casco de la embarcación ya que asocian la estela y la espuma con un banco de pececillos alocados. Vistas así las cosas los pescadores tuvieron que recurrir a mil argucias y además afinando al máximo, en 20 y 30 libras, y bajos de fluorocarbono con muestras pequeñas y llamativas; el objetivo era minimizar los zumbidos y crear apariencia, y de eso saben mucho los participantes, así que todo fue un juego de estrategias.

A las 10.30 h por fin llegaban buenas noticias: Atanasio Santaella, patrón del “Colicresta”, entraba en combate y minutos después aseguraba su captura; era su tercera pieza de la competición y se trató de un listado al que calculó más de cinco kilos. Tal y como estaban las cosas se aseguraba de una u otra forma el campeonato en la clasificación de mayor peso total, sumando casi 22 kilos. Pero todo eran conjeturas, porque un solo listado o un dorado de cinco kilos dejaba al “Mezquita” en cabeza, así que había mucha leña por cortar todavía.

Mientras tanto, muchos patrones mantuvieron duras y largas batallas con atunes rojos, algunos de ellos con un peso estimado cercano a los 100 kilos. Otros dieron con un banco de atunes de 15 a 20 kilos, y otros los encontraron inmaduros con apenas 5 o 6 kilos. Era una buena noticia, un claro indicio de que la población de cimarrones se está recuperando. Lo malo es que los deportistas los sueltan y luego caen en manos de profesionales especialmente de otros países, y estos no perdonan ante su elevado precio y su calidad.

En cuanto al resto de la flota, poco se sabía sobre ellos. A media mañana se echó la bruma, aumentó considerablemente la temperatura y el cielo se cubrió de nubes, eliminando la excelente propagación que había hasta esa hora, por tanto la emisora enmudeció y el Pájaro Loco se volvía loco de verdad tratando de recibir cualquier información. Su radio, que es bastante potente, apenas llegaba a las 18-20 millas, así que los que cogieron hacia Levante o Poniente permanecían en silencio. Quizás incluso alguno de ellos ya llevara capturas, por tanto cualquier cábala sobre los resultados eran simples conjeturas.

Llegadas las 13.00 h y a falta de más información, “El Colicresta” seguía teniendo todas sus opciones intactas para llevarse el campeonato en Mayor Peso Total, y la plata en Pieza Mayor… A las 16.00 h se comprobó cómo el “Colicresta” supo encontrar la zona de máxima actividad, pues contabilizaba cuatro nuevas capturas, totalizando seis hasta el momento, todo un logro dadas las circunstancias. Por su parte, el “Christian One” entraba en la pugna por la clasificación al mayor peso total sumando una nueva captura, lo que de momento le daba la plata. Desde el “Giraldillo Segundo” también aseguraban un buen dorado, de entre nueve y 10 kilos, un peso que también lo metía en la pugna por los premios a la pieza mayor. Finalmente Francisco Valle, patrón del “Melupa II”, logró un listado de buen peso. La clasificación se había removido un poco, pero todavía faltaban dos horas para entrar en puerto lo que suponía casi dos horas de pesca… En ese pequeño espacio, ya de regreso a puerto, hubo una nueva captura, pero fue para quien ya era campeón indiscutible.

 

 

 

XXI Torneo Internacional de Pesca de Altura

Pieza Mayor – Clasificación General

       Barco                      Patrón                            Especie            Peso

1º:      “Mezquita”            Raimundo Écija                Marlín blanco     19,400

2º:      “Colicresta”           Atanasio Santaella           Dorado                 10,150

3º:      “Giraldillo II”           Plácido Antequera            Dorado              9,500

4º:      “Galeno”                Juan R. Carmona             Listado                 7,100

5º:      “Christian One”       Christian López               Dorado               5,800

 

Clasificación general mayor peso total

  1. Barco                      Patrón                            Piezas              Peso

1º:      “Colicresta”           Atanasio Santaella           7                          51,200

2º:       “Christian One”         Christian López                       2             11,500

Nota: Para entrar en esta clasificación hay que tener al menos dos capturas válidas

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