Se ha convertido en una cita anual ineludible. La regata de travesía que la APD organiza en colaboración con Iberostar comenzó hace tres años, con una convocatoria para aquellos empresarios que desearan participar en una regata informal. El objetivo de la misma era el de fomentar el networking entre sus asociados mientras se lleva a cabo una actividad lúdica. Sin embargo, lleva tres ediciones y lo que comenzó tímidamente como una regata para amigos, se ha convertido en un evento muy esperado por todos sus participantes.
Ocho veleros participaron en la travesía que consistía en soltar amarras en Mallorca a las 10.30hs para cruzar la línea de meta por la tarde en Tagomago y seguir hacia Marina Ibiza para recuperar fuerzas con un cóctail, apetitivos y entrega de premios en el Restaurante Calma de la mano de Sebastián Escarrer, Presidente de la APD, con la colaboración de Marcos Marí, CEO de Marina Ibiza.
Marina Ibiza participó con su propio barco, un Frers 45 y con un equipo formado por regatistas de gran experiencia y muchísima ilusión por tomar parte en esta carrera y pasarlo bien. Sin embargo, las regatas no dependen únicamente de la estrategia, de la tripulación o la embarcación, sino que el viento es un factor fundamental a la hora de navegar a vela. En esta ocasión, las encalmadas han sido un factor desafiante y tomaron el protagonismo del evento. La primera de ellas forzó a la mayoría de las embarcaciones a abandonar la competición y encender motores rumbo a Marina Ibiza. Mientras tanto, los barcos Atlant del Vent y la embarcación oficial de Marina Ibiza, superaron con facilidad esa encalmada continuando con la competición. La voluntad y la ilusión por cruzar la línea de meta ejercían mucha influencia y motivación en ambas tripulaciones, y cuando llevaban algunas horas de una segunda encalmada decidieron estudiar la situación dado que el tiempo restante para llegar a la meta era insuficiente para llegar antes de la hora límite, calculando las millas por recorrer y los nudos de viento existentes. Aun así, llegaron a puerto con una gran sonrisa y la reconfortante sensación de haberlo intentado hasta el final.
El evento, organizado por la APD, continuó hasta el día siguiente con el III afterwork que ofreció una serie de conferencias en el Hotel Hard Rock Ibiza y un cocktail de networking en el Hotel Ushuaia Tower.
La Asociación para el Progreso de Dirección (APD) fue creada en 1956 con el objetivo de colaborar en el crecimiento de las empresas, mediante el desarrollo de sus directivos. La APD es una organización sin ánimo de lucro con la misión de impulsar y actualizar información de directivos y empresarios mediante actividades de difusión, capacitación y mejora profesional.
