kayak, todo son ventajas

El kayak nos permite llegar a zonas de pesca que desde tierra o desde embarcaciones de mayor calado son totalmente inaccesibles. Favorece practicar un ejercicio físico saludable y completo y proporciona unas sensaciones inolvidables en la lucha con el pez desde la lámina del agua. Con una inversión relativamente económica podremos practicar la pesca en el mar plenamente integrados en la naturaleza y sin contaminar el medio ambiente.

Antes de tomar la decisión de comprar un kayak, podríamos realizar un par o tres de salidas en el de algún amigo para asegurarnos de que nos va a gustar la pesca desde el mismo. Hay que remar bastante, soportar los embates de la mar cuerpo a cuerpo y hay que estar sentados durante la travesía, lo que puede llegar a ser muy incómodo. Si después de unas jornadas de prueba, decidimos que nos gusta esta práctica, estos consejos que mostramos a continuación nos pueden ayudar a convertirnos en unos verdaderos especialistas de la modalidad.

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Elección del kayak

El kayak entra, legalmente, en la categoría de artefactos flotantes. No necesita, por lo tanto, de ninguna titulación para su manejo ni de ningún seguro. Aunque es más que conveniente tener contratado un seguro de responsabilidad civil y mentalizarnos que el uso de estas embarcaciones está limitado a las dos millas de navegación desde tierra durante el día. En la elección del tipo de kayak entran en juego muchos factores: precio, tamaño, rapidez, estabilidad…

Un casco largo y estrecho es más rápido que uno corto y ancho, además afrontará mejor y con mayor seguridad diferentes condiciones de mar. Por el contrario, una mayor longitud implica mayor dificultad para invertir el rumbo y también una mayor exposición al viento, lo que dificulta el avance cuando sopla en contra. Casi todos los fabricantes de kayak ofrecen en sus catálogos modelos específicos para la pesca en el mar. Suelen medir entre 4,5 m y 4,90 metros, son abiertos, vienen con portacañas montados de origen y poseen huecos en el casco o tambuchos para alojar equipo de navegación o pesca con seguridad.

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Existen también kayaks donde el remo es sustituido por pedales y timón, lo que permite tener las manos libres para dedicarlas exclusivamente a la acción de pesca. Estos modelos son algo más caros que los tradicionales impulsados por remo. El transporte fuera del agua es otro factor a tener muy en cuenta. ¿Transportaremos el kayak sobre el coche o en un remolque? ¿Cómo lo echaremos al agua? El peso resulta clave, ya que normalmente tendremos que hacer frente solos a los problemas del transporte de la embarcación fuera del agua.

Equipo básico de navegación

Ya tenemos nuestro kayak. Antes de lanzarnos a la aventura necesitamos un equipo básico de seguridad. Además del remo principal, tenemos que llevar un remo de seguridad. El chaleco salvavidas también es imprescindible y tampoco está de más unos escarpines e incluso un traje de neopreno, si queremos mantenernos secos y confortables. Un ancla, un cabo de remolque, un cuchillo, un espejo, un silbato, una linterna y una bengala son también imprescindibles. Una pequeña emisora o el teléfono móvil, con baterías cargadas, entran también en la lista de elementos de seguridad.

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Equipo de pesca

Lo primero es estar en posesión de una licencia de pesca que nos autorice a realizar la actividad en esa zona. La expedición de licencias es competencia de los gobiernos autónomos por lo que deberemos informarnos correctamente en la entidad que expida la licencia de nuestra comunidad. Hoy por hoy existe un vacío legal en la regulación de la pesca desde kayak por lo que es muy importante informarnos bien y acreditarnos correctamente para evitar denuncias y sanciones.

Ya con nuestra licencia en vigor el equipo básico de pesca serán dos cañas. Una corta de pesca al lanzado, de dos piezas o telescópica, entre 180 y 210 cms, ligera y sensible, adecuada para lanzar pesos entre 5 y 20 gramos, combinada con un carrete pequeño de bobina fija, de clase 4000-5000 o más. Con esta caña podremos practicar spinning y curricán ligero de peces de superficie como jureles, agujas, caballas…. La otra caña sería una stand-up de 12 libras, sobre los dos metros de longitud, de puntera blanda, combinada con un pequeño carrete de bobina giratoria. Es un conjunto reservado a los minnows o a las cucharillas ondulantes de tamaño medio, y también para aquellas circunstancias es la que es aconsejable el uso de un plomo extra.

A la caña y al carrete acompañaran en la embarcación una caja estanca para señuelos, anzuelos, hilos…. Un bichero de mango corto y/o un salabre también son imprescindibles. Una pequeña sonda portátil puede ser muy útil para localizar fondos y pescado.

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Técnicas de pesca

El curricán costero de superficie o de profundidad, el spinning, el jigging, la pesca de fondo y la pesca con pez vivo son las modalidades que se pueden practicar con éxito desde un kayak. Dependiendo de las zonas de pesca y del tipo de fondos unas técnicas u otras serán las más fructíferas. Aunque cada disciplina exigiría un artículo en profundidad vamos a repasar cada una de ellas.

Curricán costero de superficie: Es la técnica que mejor combina con la práctica del kayak. Debemos conseguir mantener un ritmo de navegación entre los dos y medio y los cuatro nudos. Mantendremos las dos líneas separadas, montadas con artificiales de superficie. La elección del artificial dependerá del tipo de pescado que queramos capturar, aunque en la caja de un buen pescador siempre hay esos cuatro o cinco modelos que nunca fallan.

El curricán de fondo: Es algo más complejo que el de superficie ya que exige el uso de una sonda para ser efectivo. El plomado de las líneas se suele hacer incorporando plomos pinzados, ya que el uso de un profundizador manual es muy complicado en un kayak.

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El spinning: Es otro de los métodos que mejores resultados proporciona, ya que el kayak permite acceder a pajareras sin hacer ruido para capturar túnidos o llegar a zonas de aguas muy someras o rompientes donde habitan las lubinas o las anjovas. Dada la posición en la que debe lanzar el pescador, sentado, lo usual es el spinning ligero o de medio peso.

Jigging: Es una modalidad idónea para tentar a los peces que se mueven por los calados más profundos. Utilizaremos equipos similares a los del jigging desde embarcación. Jigs, kaburas, inchikus y vinilos serán nuestros señuelos. Es importante contar con un buen equipo electrónico que nos lleve a nuestras marcas favoritas. El inconveniente es la incomodidad de un larga jornada jigging desde una posición no muy cómoda, sin poder estirar las piernas. La ventaja es que el posicionamiento en la marca y el control de la deriva es más sencillo desde un kayak que desde un barco.

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Pesca de fondo: Ya sea anclados o a la deriva desde el kayak puede practicarse la pesca de fondo. Para esta modalidad es conveniente llevar cañas telescópicas que pueden recogerse cuando no se usan. Las ventajas del kayak es la facilidad de fondearse justo donde queramos y de quitar el fondeo y moverse con rapidez, ya que el peso del ancla es ligero.

Pesca con pez vivo: La pesca con pez vivo desde kayak da unos resultados extraordinarios, El silencio que acompaña al pescador es su mejor arma para capturar grandes piezas con pez vivo como cebo. Puede practicarse anclada o a la deriva, en una especie de curricán de fondo en la que pueden capturarse dentones, pargos o grandes palometones.