Difíciles condiciones meteorológicas

Un total de 46 parejas se daban cita en esta edición, entre ellos dos dúos procedentes de Inglaterra, cuyos componentes son los actuales campeones mundiales de la modalidad. Sirva este ejemplo para dar una idea del nivel internacional de la competición que contaba con una alta representación de medallistas en campeonatos mundiales, tanto españoles como de otras nacionalidades, ya que aparte de españoles e ingleses había representación francesa e italiana.

Con una reunión de participantes, y sorteo de embarcaciones y puestos, el viernes día 5 se iniciaron los actos, se desarrolló el sorteo y la explicación de los detalles con total fluidez y sin ninguna incidencia. El sábado día 6 era la jornada de pesca dividida en dos mangas, una de las 8.00 h a las 12.00 h, y la siguiente, tras traspasar las capturas a otra embarcación para llevarlas a pesaje y recoger las bolsas de comida, de las 13.00 h a las 17.00 h. El cebo facilitado por la organización, en igual cantidad para todos los pescadores, consistía en dos cajas de langostino, una por manga, y 20 cajas de gusano coreano, 10 por manga, para cada pareja, que por ser éstas finalmente cajas dobles resultaron la mitad.

Las condiciones de la competición fueron realmente difíciles, se escuchó que había sido el concurso más duro que habían soportado una buena parte de los participantes. Las previsiones del tiempo marcaban viento, pero la realidad las superó, tanto en intensidad como en duración. A lo largo de todo el día, se mantuvo un fuerte viento de tierra que impidió, ya de madrugada, efectuar la primera manga en la zona prevista inicialmente por estar varias millas mar adentro y el fuerte viento impedía llegar a ella. La zona escogida finalmente para celebrar la manga era más cercana a tierra. A pesar de ello, el viento y el mar que generaba dificultaron mucho primero el fondeo de las embarcaciones, que a la mínima garreaban y debían volver a fondear, y la pesca ya que resultaba complicado aguantar las cañas y aún más ver las picadas.

Pieza mayor de David Rojas y Josep M Prat

Resultados de pesca

Las capturas fueron muy desiguales, especialmente dependiendo de que se pudiera fondear en una zona adecuada que a causa del viento resultaba extremadamente difícil, los que lo lograron, consiguieron buenas capturas, especialmente de dorada, la pareja ganadora de la manga estuvo muy cerca de los 20 kilos de peso, encontró las doradas pequeñas y consiguieron capturar 35 ejemplares. En cambio, hubo parejas que por la dificultad de fondearse en una buena zona pesaron unos pocos cientos de gramos.

Dadas las condiciones del tiempo y viendo que no amainaba el viento, a pesar de que la predicción decía que sí debía haberlo hecho, la segunda manga se efectuó en las piedras y algueros cercanos a tierra. Muchas embarcaciones pescaron en fondos de tan solo unos 10 metros, pero a pesar de ello las capturas, aunque de nuevo irregulares, resultaron mucho más abundantes que en la mañana y los pesos más importantes. En esta manga los raspallones, las vacas serranas, y las chuclas fueron las piezas habituales, consiguiendo más de 15 kilos la pareja vencedora de la manga con más de 330 piezas y siendo los pesos del resto de participantes mucho más regulares que en la manga de la mañana, con muchas parejas, la mayoría, con pesos entre los 10 y los 6 kilos.

Destacar que, a diferencia, de otras pruebas algunas especies que no son características de la pesca a fondo estaban restringidas y no eran válidas, especialmente el pescado azul, detallado en las normas de la competición especie por especie, y tampoco era válida la boga.

A pesar del tiempo y las dificultades para organizar y desarrollar una competición de estas dimensiones hay que felicitar sinceramente al Real Club Náutico de Torrevieja por su gran nivel y capacidad, ya que todo se desarrolló sin la más mínima complicación más allá de las propias de la decisión de cada patrón, o competidor, de considerar que las condiciones del tiempo superaban sus capacidades de resistencia en el mar, que sin ser peligroso en ningún momento, y que haría las delicias de cualquier aficionado a la vela, no era el más adecuado y el que los pescadores quieren para la práctica de esta modalidad deportiva. La calidad de los patrones y las embarcaciones que se ponen a disposición de esta prueba están realmente en un nivel muy alto y esto fue determinante y permitió celebrar la prueba que, de buen seguro, en otro lugar con otro tipo de embarcaciones y patrones menos experimentados, no hubiera sido posible.

La exquisita cena de gala y la entrega de premios y trofeos cerró la jornada del sábado y puso el broche final a esta magnífica prueba deportiva que, visto lo visto, no ha de sorprender a nadie que cada año tenga que dejar fuera, pese a intentar que no suceda, a algunas parejas por falta de capacidad para acoger a todos los participantes, estamos seguros que todos ellos, a pesar de la dureza del día están deseando volver en la próxima edición. La clasificación se obtenía por la suma de la clasificación obtenida en la primera y la segunda manga a menos puestos mejor clasificación, los empates a la misma suma de puestos se resolvían por el mayor peso conseguido. La pieza mayor de la prueba fue una dorada de 1.490 gr. conseguida por José Mª Prat, el primer puesto para Alejandro Forat-Miguel Quetglas, el segundo para Eduardo y Lorenzo Melgarejo y, el tercero para Ángel García y Vicente Tortosa.

 

Vencedores Alejandro Forrat i Miguel Quetglas Segundos_ Eduardo y Lorenzo Melgarejo Terceros Angel Garcia y Vicente Tortosa