Siguiendo las instrucciones del fabricante, debemos cambiar periódicamente el aceite y los filtros del motor para el buen funcionamiento, es una tarea bastante sencilla con un poco de práctica. Si bien los motores náuticos de 2 tiempos no precisan de cambio de aceite de su depósito, porque sólo debemos rellenarlo según las horas de uso o porque en los modelos más sencillos y de menor potencia se mezcla directamente con la gasolina, para todos los motores de 4 tiempos, que son la mayoría del mercado, es necesario realizar cambios del aceite para mantenerlo en buen estado.
Tanto en los motores fueraborda como interiores, la propia mecánica de su estructura obliga a realizar cambios periódicos de su carga de aceite, imprescindible para que se muevan correctamente sus componentes mecánicos interiores, eliminando sedimentos o aceites quemados por el uso.
En general tanto el aceite como el filtro de aceite deben cambiarse siguiendo las pautas de periodicidad indicadas por el fabricante del motor, que frecuentemente recomiendan entre las 100 y las 300 horas de uso o incluso anualmente, dependiendo de las marcas y de la tecnología aplicada.
Un aspecto interesante es tener en cuenta que es recomendable cambiar el aceite mejor antes de proceder al invernaje o al finalizar la temporada en vez de al principio de la siguiente. De ese modo, se evitan que se enganchen los sedimentos o incluso problemas de oxidamiento y deterioro por la entrada de humedad en el circuito o por la presencia de restos metálicos, que detectaremos con el vaciado del aceite viejo.
¿Cómo hacerlo?
Ante todo tendremos en cuenta que es mejor calentar previamente el motor encendiéndolo un cuarto de hora al ralentí, de modo que aumenta la viscosidad del aceite y que éste drene con mayor velocidad de todos los rincones. También debemos tener precaución de que no queme mucho a la hora de trabajar sobre él.
Por la propia instalación de un intraborda en un barco, resulta muy difícil acceder a la parte baja del cárter, donde está el tornillo de vaciado, sin sacar el motor, por lo que para extraer todo el aceite viejo deberemos utilizar una bomba de extracción específica para aceite, manual o eléctrica, cuya cánula de absorción introduciremos por la rosca correspondiente a la varilla que marca el nivel de aceite.
También el filtro
Si ninguna duda, lo más recomendable es que al cambiar el aceite hagamos lo mismo con el filtro, que por lógica se habrá encargado de retener una buena parte de los sedimentos más dañinos.
Algunos motores precisan de un extractor concreto para su filtro específico, pero una vez aflojado, con la precaución de poner debajo una bolsa de plástico para evitar que el aceite que gotee sobre el motor o la sentina, debería ser sencilla su extracción desenroscando.
Una vez fuera, dejaremos que el motor escupa el resto del aceite usado sobre la bolsa o una bandeja por la rosca del filtro esperando una ello media hora. A continuación limpiaremos la superficie de contacto entre filtro y motor y utilizaremos un poco de aceite limpio para lubricar la junta de goma del filtro, enroscando según la presión indicada por el fabricante.
El siguiente paso es llenar todo el circuito con aceite nuevo de la densidad indicada por el fabricante y con mucho cuidado de no pasarnos de cantidad, pues podríamos dañar el motor.
Arrancaremos seguidamente el motor y controlaremos la presión y posibles pérdidas en la unión con el filtro, parando posteriormente el motor y controlando de nuevo el nivel de aceite tras unos minutos de descanso, rellenando el circuito hasta el nivel deseado si fuera necesario.
