Vela flexible de North Sails para la America’s Cup

Burns Fallow y Michael Richelsen lideran el equipo de trabajo de North Sails, Emirates Team New Zealand y Luna Rossa para desarrollar el concepto de vela flexible y la Regla de Clase AC75. El North Design Suite, herramienta clave para analizar el monocasco volador con el que se competirá por la 36 America’s Cup.

North Technology Group cuenta con una larga y productiva historia en la America’s Cup. Tanto la velería North Sails como la firma de aparejos Southern Spars han sido fundamentales en el desarrollo de barcos de Copa durante años, más recientemente con la introducción de la revolucionaria tecnología 3Di y los innovadores catamaranes foileadores de ala rígida. El anuncio del nuevo concepto de barco con el que se competirá por la 36 America’s Cup debe mucho del trabajo, los recursos, la experiencia y la creatividad al corazón del Grupo North. North Sails y sus herramientas de diseño han vuelto a ser parte clave para el desarrollo de los monocascos que volarán en Nueva Zelanda en 2021.

El Defender Emirates Team New Zealand y el Challenge of Record Luna Rossa tenían claro que querían crear algo nuevo, emocionante y diferente cuando sugirieron las primeras pinceladas de cómo sería la defensa en Auckland. Para ello, no dudaron en recurrir a North Sails, el indiscutible líder mundial de diseño y fabricación de velas.

Desde el inicio de la colaboración, en septiembre de 2017, los expertos de North Sails Burns Fallow y Michael Richelsen fueron conscientes de que debían implicar el North Design Suite, la serie de programas informáticos utilizados por arquitectos navales, diseñadores y regatistas de todo el mundo. Entre los componentes del Suite, iba a ser determinante para el desarrollo del nuevo concepto el software Membrain©, que equilibra presión de viento, forma de la vela y fuerzas del aparejo.

Según Fallow: “Iniciamos este proyecto en septiembre y no tuvimos mucho tiempo para valorar si esta idea iba a ser viable o no, así que había muchas preguntas esenciales que requerían respuesta. Preguntas como cuál será la diferencia de cargas entre la superficie de barlovento y de sotavento de la vela, cómo trabajará la interacción entre sables y mástil, o cuál será el beneficio aerodinámico de todo esto. E iba a resultar arriesgado dar una respuesta. Informé a Michael (Richelsen) sobre lo que tratábamos de lograr, y apenas dos meses más tarde, tras un exhaustivo desarrollo informático, logramos una versión del Membrain que nos ayudó a responder esas preguntas. Desde entonces, hemos añadido más y más funciones para lograr modelos más perfeccionados. Es uno de los proyectos  más emocionantes y progresivos en los que he estado involucrado en mis 30 años con North Sails”.

www.northsails.com