
Ante la falta de viento que indicaban todos los partes, Enregata, entidad responsable de la organización de la regata Bahía de Pollença, anunciaba la decisión del Comité de Regatas de aplazar la salida y aplicar un significativo cambio de recorrido. Del tradicional recorrido de altura de 104 millas, se pasaba a un solo recorrido costero de 17 millas.
Una decisión difícil que implicaba que la flota debía cruzar a motor desde Port Ginesta (Barcelona), hasta Pollença (Mallorca), para realizar allí un recorrido costero recortado. De esta forma el grueso de la flota realizó la travesía durante el viernes 6 de junio para comparecer puntualmente a las 10 de la mañana del sábado 7 de junio en la reunión de patrones celebrada ya en el Real Club Náutico Port de Pollença, donde se dieron los detalles del recorrido costero alternativo que planteaba la organización. En base a un parte meteorológico que ofrecía pocas garantías de viento, el Comité de Regatas fijó un recorrido costero de 17 millas náuticas. La idea era mantener el recorrido dentro de la propia Bahía de Pollença para aprovechar el viento térmico habitual y disponer de la opción de recortar entre alguno de los tramos en caso de que cayera el viento.

Así, el sábado 7 de junio a las 12:25 horas se daba la salida a la XXVII edición de la Regata Bahía de Pollença. El recorrido propuesto fue todo un éxito ya que, más allá de disfrutar del inigualable paisaje de la Bahía de Pollença, toda la flota pudo completarlo con vientos de intensidad estable y disfrutar de los tramos que ofrecían diversos ángulos de navegación. Un recorrido que el primer barco completó en algo más de tres horas y cuya línea de llegada se cerraba a las 18:27 h con la llegada del último barco que empleó 6 horas en completarlo.
La ceremonia de entrega de trofeos se celebraba en el nuevo edificio de marinería del Real Club Náutico Port de Pollença. Un nuevo edificio que se inauguraba como infraestructura para la acogida de eventos en la espectacular terraza con vistas a toda la bahía.
El Nirvana III, Hanse 470 de José Martín Santiago del CN Vilanova, se erigió como gran protagonista de esta atípica edición al alzarse con el Trofeo Ajuntament de Pollença como vencedor en tiempo real. Además, el Nirvana III se alzó también con el Trofeo Alfonso Echegaray al vencedor absoluto, entregado por Alfonso y Fernando, hijo y padre respectivamente del estimado navegante cuya memoria conmemora esta regata. El equipo de Vilanova también se alzaba con la victoria en la categoría tripulación completa y su armador, José Martín Santiago, lograba el Trofeo RAECY al mejor capitán de yate.
El Diabolic, Sun Fast 35 de Glen de Brouwer del Royal Belgium Sailing Club, lograba la victoria en la Categoría A2 y la segunda posición de la general absoluta a tan solo 4 minutos del vencedor. Por su parte, Francesc Santanach, a bordo del Badoc, un RM10.50 del Real Club Marítimo de Barcelona, se imponía como vencedor de la regata en la categoría Solitarios, sumando los puntos correspondientes para el campeonato de Catalunya de esta categoría de la que la Regata Bahía de Pollença es prueba puntuable. El X, IMX-38 de Alejandro Pastore también del Real Club Marítimo de Barcelona, lograba el triunfo en la categoría Training para barcos de lista 6º.

La barbacoa y la fiesta para todas las tripulaciones, celebrada también en el flamante edificio de marinería del Real Club Náutico Port de Pollença, servía para clausurar con buen sabor de boca una atípica edición de la Bahía de Pollença.
Esta regata es la tercera prueba puntuable del Circuito Regatas Ausmar y con este resultado el Nirvana III, situado en segunda posición, acecha el liderato del Pekas X, el cual con la quinta posición lograda en Pollença veía reducida su ventaja.