Spinning con minnows colosales

Paralelamente al auge del rockfishing con “micro” señuelos, ha irrumpido en el mercado otra moda del todo antagónica: la pesca con reclamos gigantescos. ¿Te atreves a usarlos?

Para los aficionados a la técnica del spinning, resulta corriente hablar de señuelos que superen con creces los 20 cm, sobre todo si se trata de pesca radical en el trópico o viajes de pesca de ensueño pero, ¿qué os parece si usamos estos imponentes señuelos en el Mediterráneo?

 

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Los minnows

Los mayores poppers y paseantes son efectivos con especies como atunes y palometones gigantes, pero dejan bastante que desear con otras especies, aún entradas en kilos. Descartados los señuelos de superficie, nos decantaremos por los denominados minnows, es decir, a todo señuelo que imita a un pez pasto, normalmente de contenido tamaño.

Encontraremos centenares de modelos en el mercado, de todas medidas, colores, pesos y acciones. La mayoría de ellos imitan a la perfección la librea de peces comodín como la sardina, la lisa, caballa… o bien presentan coloraciones estridentes y llamativas que nada tienen que ver con la realidad, pero que funcionan igual. La elección del modelo, acción y color dependerá siempre del gusto y experiencia del pescador usando, normalmente, colores naturales en días claros o aguas limpias y colores llamativos en aguas tomadas.

 

Diversas acciones

Un mismo señuelo puede presentar idéntico aspecto que otro pero, cuando veamos su movimiento errático, nos daremos cuenta que nada tiene que ver uno con otro. Misma forma, misma longitud, color, peso pero distinta acción. A grandes rasgos, podemos detectar tres acciones distintas en un modelo parecido de minnow: flotante, hundido y suspendido.

Al lanzarlos puede que no notemos diferencia alguna, dado que su forma y peso logran ser iguales. Al recogerlos con el carrete nadan los tres modelos perfectamente pero, al pararlos, el flotante subirá hasta la superficie; el suspendido se mantendrá estático y, el hundido, descenderá lentamente. La elección del tipo de acción vendrá precedida del conocimiento que el pescador tiene de cada zona y, conocedor si es un spot profundo, rocoso, arenoso… o de las especies que pretendamos capturar.

 

Los grandes minnows

Hablamos de grandes minnows a partir de los 15 cm de longitud. Hace pocos años era raro encontrar en nuestras tiendas de pesca señuelos que sobrepasaran los 12 cm. Poco a poco, las grandes marcas han apostado por ir incrementando centímetro a centímetro la longitud de sus muestras, llegando a superar los 20 cm en los señuelos más espectaculares. Hoy día es habitual encontrar variedad de marcas que apuestan por los grandes minnows. Podemos pensar que una imitación de sardina de 20 cm pierde credibilidad ante un gran depredador, pero en realidad lo que ve es una apetitosa aguja provista de tres poteras que dará cuenta de él en cualquier despiste. A grandes señuelos, acuden grandes peces y debemos, por tanto, cambiar la mentalidad que tenemos de la pesca con minnows dado que ésta, es una pesca a lo grande.

 

Especies a tentar

Grandes depredadores, sin más. En esta modalidad de pesca magnificamos todos y cada uno de sus elementos. Usando misiles de 17 y 20 cm descartamos, por supuesto, la mini-talla, acechando solamente a peces de gran tamaño, potencia y dificultad.

Ésta no es una pesca para principiantes. Todo el mundo puede pescar con grandes señuelos pero serán muchos los días que volveremos de vacío y sólo triunfarán los pescadores más tenaces. Las especies a tentar son las mismas que a spinning convencional, pero añadiendo el grande o gigante delante de cada presa. Grandes lubinas, palometones espectaculares, asombrosas barracudas, potentísimas serviolas, atunes, bacoretas, lirios descomunales… cualquier gran depredador que ronde por la zona de pesca.

 

Equipo de pesca

Un gran minnow de calidad no es sólo grande. Es grande, ligero, lanza lejos, nada perfectamente, para al instante y tiene poder de atracción. Aunar todas estas cualidades en un mismo señuelo cuesta bastante, y mover correctamente los de 20 cm también. Una cañita de rockfishing, simplemente, no puede. El elemento principal de nuestro equipo será la caña. Debemos minimizar al máximo, el peso y potencia del equipo, dado que nos pasaremos horas lanzando y recogiendo grandes señuelos que ofrecen resistencia y cansan y desgastan a pescador, músculos y articulaciones.

 

Caña: Para pescar desde tierra 2’7 m, desde barca unos 2’3 m y desde kayak 2’1 m. Más que la potencia de la caña, lo que realmente importa es la rigidez de ésta, dado que los señuelos no son muy pesados, pero una vara blanda hará demasiado muelle y no moverá bien los señuelos cuando demos tirones largos. Nos sirve una acción media de 40 a 60 gr.

 

Carrete: Mejor de ratio rápido, que sea de calidad y ligero, unos 400 gr de peso máximo. Recomendable el uso de pomo de combate, de gran agarre y comodidad tanto en la recogida como en la lucha con grandes ejemplares.

 

Otros: Usaremos siempre hilo trenzado, porque lanza muy bien y su nula elasticidad nos ayudará a dar los movimientos erráticos y electrizantes que excitarán a los depredadores a atacar sin tregua. Empalmaremos unos 2 m de bajo transparente (fluorocarbono o no) de una media de 0’45 mm anudado a una buena grapa de calidad para intercambiar cómodamente los señuelos que queramos lanzar.

 

A cada presa, su técnica

Antes de salir a la mar y lanzar a nuestro antojo cualquier cebo sin ton ni son, debemos planificar mínimanente nuestra jornada de pesca. Viento, hora de salida, zona de pesca, presas potenciales, desembocaduras de ríos abiertas. Las variables que pueden decantar una jornada de pesca en exitosa o un simple desastre son infinitas. Ahora, en verano, tenemos en cuenta hasta la hora que salen los esquiadores acuáticos y los windsurfers para descartar sus zonas y lanzar sin ser molestados.

A todos nos gustaría saber de antemano qué presas van a picar, a qué hora y saber dónde están… eso nunca se sabe, pero nuestra experiencia de pesca nos puede ayudar según la especie que queramos tentar. En función de las características de cada depredador, podemos afinar en nuestra búsqueda y técnica de pesca a explotar. Planificaremos la jornada en amanecer, mediodía y atardecer, al mismo tiempo que debemos saber qué tipo de minnow y qué técnica usaremos según la especie depredadora que creamos se encuentra en esa zona y hora.

Por las madrugadas y ocasos, nos será más fácil excitar las picadas de lirios y lubinas pero, sobre todo, daremos buena cuenta de las agresivas barracudas si rondan por las inmediaciones de nuestro barco. A punta de día, podemos adentrarnos en busca de peces azules, como bonitos y bacoretas, o acercarnos a desembocaduras a tentar grandes anjovas y palometones. A primeras horas, levantado el sol y con el mar en calma total, es muy buen momento para dar caza a las ansiadas serviolas que merodean cerca de la costa.

En cuanto a las técnicas de pesca, debemos pensar en las características y forma de depredar de cada pez que pretendemos engañar. A grandes rasgos, podemos decantarnos por una u otra forma de recoger el sedal, pero sin saber exactamente qué nos deparará la suerte, debemos ir intercambiando señuelos y técnicas de pesca hasta dar con el clavo.

Lubinas, barracudas y palometones puede que se sientan más atraídos por movimientos más lentos y erráticos, intercalando pausas con toques de puntera de la caña, unos más enérgicos y otros más suaves.

Lirios, serviolas, bacoretas y bonitos se sentirán más cómodos persiguiendo peces pasto que nadan a toda velocidad combinando movimientos muy bruscos y rápidos… pero ya sabéis como va esto de la pesca. No hay nada escrito ni universal. Lo único que vale es salir y disfrutar.

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