

La Vendée Globe es una regata de vela alrededor del mundo en solitario, sin escalas y sin asistencia que se celebra, desde 1989, cada cuatro años a bordo de monocascos IMOCA de 18 metros de eslora. Los patrones parten de Les Sables-d’Olonne, en Vendée (Francia), y recorren unos 45.000 kilómetros alrededor del mundo, bordeando los tres cabos legendarios (Buena Esperanza, Leeuwin y el Cabo de Hornos) antes de regresar a Les Sables d’Olonne. La regata ha adquirido una reputación internacional y atrae a patrones de todo el mundo. Más allá de la competición, es sobre todo una increíble aventura humana.
Fue en la tercera edición de 1996-97, cuando debutaron las primeras mujeres navegantes, las francesas Catherine Chabaud, que fue la primera mujer en completar la regata, e Isabelle Autissier. De las mujeres que han participado hasta la fecha, dos han marcado hitos importantes: la británica Ellen MacArthur fue la primera mujer que subió al podio, al finalizar en segunda posición en la edición de 2000-2001, y su compatriota, Samantha Davies, fue cuarta en 2009, su mejor papel tras sus cuatro participaciones.
En la octava edición de 2016-2017 no hubo participación femenina, pero en 2020-2021, la edición marcada por la pandemia mundial de la Covid19, las mujeres rompieron el récord, con seis patronas en la línea de salida: Samantha Davies (GBR), Isabelle Joschke (GER / FRA), Clarisse Cremer (FRA), Alexia Barrier (FRA), Pip Hare (GBR) y Miranda Merron (GBR).
En la última edición, la décima de 2024-2025, el número de participantes femeninas se repetía con seis inscritas. Un grupo de navegantes en solitario que han demostrado de nuevo su tenacidad y habilidades en esta regata de ultraresistencia. De las seis patronas participantes, Justine Mettraux (SUI) y Clarisse Crémer (FRA) han sido dos de las navegantes que han marcado esta edición con su talento y perseverancia.

La suiza de 38 años Justine Mettraux (SUI), patrona del Team Work – Team SNEF, cruzó la línea de meta de la Vendée Globe en el octavo puesto en un tiempo de 76 días, 01 hora, 36 minutos, 52 segundos. Ha sido la primera mujer en terminar y la mejor capitana internacional en terminar. También es la regatista en monocasco en solitario más rápida de la historia, superando en 12 días el récord de Clarisse Crémer de 2020-21 (87 días, 2 horas). Para Mettraux, su éxito no es solo un logro personal, sino también un símbolo de progreso e inclusión en el mundo de la vela de competición. «No hay diferencias en la manera de navegar entre hombres y mujeres. Lo importante es la preparación, la experiencia y la resistencia mental».


Clarisse Crémer (FRA), capitana de L’occitane en Provence cruzó la línea de meta de su segunda Vendée Globe, tras 77 días, 15 horas y 34 minutos en el mar, para conseguir un merecido 11º puesto, reafirmando que la vela oceánica es un deporte en el que el talento y la determinación superan cualquier barrera de género. Su participación es un ejemplo inspirador para las futuras generaciones de navegantes, que cada vez cuentan con más referentes femeninos en este exigente deporte.


La británica Samantha Davies (Initiatives-Coeur), que vive en Francia, logró superar con gran alivio y satisfacción más de 48 horas de condiciones meteorológicas infernales para cruzar la línea de meta de la Vendée Globe en el puesto 13. Completó la regata en 80 días, 22 horas y 13 minutos y terminó 11 horas y 56 minutos por detrás del alemán Boris Herrmann, con quien estuvo muy cerca durante la carrera. Davies completó la vuelta al mundo por segunda vez después de quedar cuarta en 2009 y abandonar en Ciudad del Cabo en 2021, tras chocar con un objeto, y retirarse tras perder el mástil en 2012.


Isabelle Joschke (GER / FRA), patrona del MACSF, cruzó la meta de la Vendée Globe en la 19ª posición, tras 85 días, 11 horas y 26 minutos de regata. Cuatro años después de una primera participación que acabó con el abandono, la patrona del MACSF completó con éxito su circunnavegación sin escalas y sin asistencia. De esta forma, superó numerosos problemas, en particular una rotura limpia del la de estribor en el océano Pacífico, y la capitana franco-alemana logró así su objetivo de mantener el estado de ánimo positivo y combativo que buscaba. Para un patrona que en su día dudó de volver a participar en la Vendée Globe, superar con éxito los problemas encontrados y completar una circunnavegación en solitario, sin escalas y sin asistencia es también una victoria en sí misma.


La joven francesa Violette Dorange (Devenir) completó su primera Vendée Globe, después de 90 días, 22 horas y 37 minutos en el mar, y se convierte en la regatista más joven de la historia en completar la vuelta al mundo en solitario a la edad de 23 años, quedando en el puesto 25. Su logro se produce unos 24 años después del segundo puesto de la legendaria regatista británica Ellen MacArthur, que entonces tenía 24 años cuando completó su regata en 94d04h25m.
La joven Dorange, múltiples veces medallista de vela ligera 420, ha conseguido un gran número de seguidores, involucrando e inspirando a una base de fans que se cuentan por cientos de miles. Su éxito la señala como una de las grandes promesas de las regatas oceánicas del futuro. El legendario veterano francés Jean Le Cam reconoció su talento y su extraordinaria tenacidad y la tomó bajo su protección. Dorange completó su Vendée Globe a bordo de su IMOCA, diseñado por Farr y muy bien preparado, que ya ha dado cinco vueltas al mundo y que comenzó su andadura como el Foncia de Michel Desjoyeaux, ganador de la carrera de 2008.

Medallia
Pip Hare (GBR) empezó a navegar en competición muy tarde, participando en la Mini-Transat en 2011. En 2018, la capitana británica decidió convertir sus sueños en realidad y se convirtió en la patrona del Superbigou, el IMOCA construido en 2000. Al timón del veterano de la flota, la británica pudo finalmente saborear la felicidad de estar en la línea de salida de la Vendée Globe en noviembre de 2020. La patrona partió de Les Sables d’Olonne con el objetivo de terminar y soportar todas las pruebas de la regata. Y lo hizo con creces. Pero en esta edición, su Medallia se desarboló a 800 millas náuticas al sur de Australia, cuando navegaba en la 15ª posición y se retiró en Melbourne. “Me siento muy agradecida por todas las personas que han dedicado tiempo y energía para ayudarme. Pero también estoy muy orgullosa de haberme mantenido fiel a la filosofía que siempre he tenido en torno a la navegación y al hecho de que si elegimos asumir estos riesgos, si elegimos competir alrededor del mundo por nuestra cuenta, debemos ser responsables de nosotros mismos. Y siento que eso es lo que he hecho y estoy muy orgullosa de ello».