Gimnasios a bordo

Nos encanta estar a bordo, bañarnos, tomar el sol, bebernos una cerveza y comer marisco. Pero también queremos lucir una buena silueta. Entonces, ¿qué hacemos? El tiempo a bordo es largo, así que con una buena planificación se puede conseguir un cuerpo diez aprovechando nuestra estancia en el barco.

Primero de todo nos gustaría diferenciar según el barco en del que hablamos, si es un superyates o un megayate habrá notables diferencias, esencialmente de espacio.

En los megayates no hay dicho problema de espacio. Normalmente la mayoría de ellos cuentan con un gimnasio, totalmente equipado. Nuestra recomendación es que estos espacios estén en sitios semiabiertos, que cuenten con una gran ventilación y, a poder ser, con vistas agradables. No es lo mismo correr viendo el mar y la costa en frente que encerrarse en cuatro paredes y empezar a sudar.

Caso aparte merecen los superyates, en menos de 35 metros de eslora es difícil, aunque no imposible, aprovechar todo el espacio e incluir un gimnasio en condiciones. Una de las últimas tendencias en diseño de barcos es preparar los barcos para diferentes usos. Se les dota de espacios versátiles, que con simples movimientos de mobiliario puedan reconvertir su uso. Así, algunas cabinas se convierten en gimnasios. En este caso es muy importante contar con una ventilación aún mejor que en los megayates. De lo contrario esa cabina no será apta para su uso de dormitorio.

Tanto en los grandes barcos como en los medianos, se pueden contar con utensilios transportables que nos permitan hacer ejercicio a cubierta. Por ejemplo una bici estática de peso ligero, fácil de transportar. ¿Os imagináis pedaleando sobre el barco, gozando de unas vistas espectaculares? También las pesas (la pequeñas) pueden servirnos a cubierta. Y cabe no olvidarlo, para hacer abdominales o flexiones cualquier rincón es válido.

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El agua ayuda

Sauna, spa, duchas cromáticas, piscinas de temperaturas… Los últimos estudios hablan de una importancia vital en la inclusión del agua en los ejercicios, ya sea en el propio ejercicio (natación), como antes y después. Y es que hay una larga lista de opciones a tener en cuenta antes o después de una sesión de entrenamiento. Desde un spa relajante, con los beneficios de mezclar agua y aire; a la clásica sauna, que saca todas las toxinas de nuestra piel y consigue alterar las pulsaciones positivamente. Las duchas cromáticas, muy de moda en estos días, relajan el cuerpo y proporcionan muchos beneficios corporales. Si la embarcación cuenta con diferentes piscinas, poder disfrutar de cambios de temperatura será una de las mejores recomendaciones que nos puedan dar.

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Personal especializado:

*Entrenador Personal: Todo el mundo puede hacer deporte, pero la diferencia entre hacerlo bien o mal recae sobre todo en un conocimiento profundo de lo que se hace; para ello nada mejor que un entrenador personal que saque lo mejor de nosotros.

*Fisioterapeuta-Masajista: Si en el barco se cuenta con un fisioterapeuta seguro que se conseguirán mayores beneficios, tanto por optimizar posturas a la hora de hacer ejercicio como para solucionar pequeños (o grandes) problemas físicos, o hacer masajes relajantes.

*Instructor de Yoga: Clave para los amantes de esta disciplina. Encontrar el equilibrio y esculpir un cuerpo en paz con la mente serán los objetivos primordiales.

* Enfermera: No está de más contar con alguien con nociones básicas de enfermería, para poder solucionar problemas físicos surgidos del ejercicio.

*Esteticista: Tripulación especializada en realzar nuestra belleza. Estar en forma y lucir un cuerpo diez comporta también tener una piel cuidada, nada mejor que unos tratamientos especializados.