Cada verano la misma historia. Algo tan agradable como ir a la playa o la piscina se vuelve un engorro porque te obliga a dejar el dinero, el teléfono móvil y las tarjetas de crédito en la toalla o en la mochila, mientras tú las vigilas de reojo desde el agua. Y lo mismo sucede a la hora de salir de excursión por la montaña o realizar cualquiera de las múltiples actividades que nos brinda el buen tiempo. Las monedas estorban y se extravían con facilidad, los billetes se pueden estropear si se mojan con el agua o el sudor y las tarjetas se pueden dañar según dónde las llevemos guardadas o te las pueden robar, creándote además el inconveniente de tener que anular las tarjetas en mitad de tus vacaciones.
Ante esa tesitura, los nuevos sistemas de pago contactless suponen una gran ventaja que nos ayuda a disfrutar de un sinfín de actividades cotidianas sin tener que estar pendiente de si llevamos cash suficiente o si se han estropeado las tarjetas de crédito. Por eso, los dispositivos Garmin se convierten en un elemento importante en el día a día. Gracias a la tecnología Garmin Pay, incorporada en los últimos wearables de Garmin, se podrá pagar sin que sea necesario el teléfono o dinero en la cartera.
Tan solo hay que acercar el dispositivo a cualquier terminal que admita el pago mediante contactless y listo. De forma rápida, cómoda y segura. El cobro se realiza bajo los más estrictos protocolos de seguridad y privacidad. Además, el número de la tarjeta no queda guardado en el dispositivo ni en los servidores, y tampoco se transmite al personal de los establecimientos en los que la emplee el usuario. Cada vez que el cliente realice un pago con su dispositivo Garmin, recibirá un mensaje.
