El pasado sábado finalizó la XI edición de la Regata Puig Vela Clàssica Barcelona, que se ha disputado desde el 12 de julio. Barcos clásicos y de época de siete nacionalidades distintas han competido para alzarse con uno de los trofeos más prestigiosos del Mediterráneo.
La tercera jornada ha puesto el broche de oro a la Regata Puig Vela Clàssica Barcelona cargada de historia, considerada una de las mejores regatas clásicas del mundo. Una décimoprimera edición que ha ofrecido unas condiciones meteorológicas de lo más variadas, con un viento que ha ido perdiendo fuerza a medida que avanzaba la competición.
A pesar de la cancelación de la última prueba, los barcos clásicos han dibujado una preciosa panorámica en la costa barcelonesa, como si se tratara de un auténtico museo flotante, que ha vuelto a convertir a esta regata en una atracción seguida por miles de turistas.
La tercera y última jornada de la Regata Puig Vela Clàssica Barcelona no ha podido disputarse por falta de viento. A las 13 horas, el comité de regatas aplazaba la salida. Sin formarse una brisa térmica de Garbí suficiente, una hora y media más tarde se decidió suspender la jornada y enviar a la flota de regreso a sus amarres del Real Club Náutico de Barcelona. Las clasificaciones definitivas de las cinco categorías no cambiaron por tanto, regresando a tierra los líderes provisionales confirmados como vencedores de la XI Puig Vela Clàssica.
En la categoría Big Boats el irlandés Halloween, de Mick Cotter y patroneado por Iñigo Strez, inscribe por primera vez su nombre en el palmarés. El Moonbeam IV, patroneado por Mikael Creach, hacía valer sus mejores resultados parciales para ganar el desempate a puntos con el Moonbeam III y hacerse con la segunda posición. En cuarta posición se clasificaba el Kelpie of Falmouth, mientras el Nordwind, debutante en Barcelona, cerraba esta clasificación en quinto lugar.
La flota de clásicos ha tenido las clasificaciones más ajustadas en sus dos categorías. Los Clásicos 1, de mayor eslora, han tenido en el Guia un emotivo vencedor. Su apasionado armador, Ramón Rosés, falleció unos días antes de la Regata Puig Vela Clàssica, y su deseo fue que el barco y su tripulación disputaran la competición, quienes le han dedicado la victoria, que ya lograron en las dos últimas ediciones. Con los mismos cinco puntos, pero peores parciales, se ha clasificado el Yanira de Andrés León, capaz de superar al italiano Corsaro y al francés Sagittarius, empatados a 6 puntos.
En Clásicos 2 la victoria del Argos, de Barbara Trilling, ha sido incuestionable tras sus dos triunfos parciales, pero las tres siguientes plazas se decidían por un punto escaso. Mientras el Argos sumaba 2 puntos en su casillero, el Altamar computaba 5 puntos, el Margarita 6 y el Diana uno más.
También claras las victorias en ambas categorías de barcos de Época, tras sendos triunfos parciales en las dos pruebas disputadas. El Marigan de Tim Liesenhoff se imponía en los aparejos Cangreja, inscribiendo por tercera vez su nombre en el palmarés de la Puig Vela Clàssica tras sus victorias en 2009 y 2010. Segundo clasificado es el Gipsy de Ricardo Rubio, seguido por el Freda de Miguel Rigo y el Bon Temps de Santiago Godó. En los Época con aparejo Bermudian el italiano Peter repetía vitoria. El barco armado por Claudio Mealli con Mauro Perlaschiar al timón ya había subido a lo más alto del podio en las ediciones de 2011, 2013 y 2014.El Mercury de Jordi Cabau ha sido segundo, precediendo al Irina VII y al Islander, empatados a puntos.