Empuriabrava, destino singular

Por la gran diversidad de técnicas de pesca, escenarios donde pescar y especies a tentar, trataremos esta fructífera zona en peces. Empuriabrava, situada en el tercio norte del Golfo de Roses (Girona), colma muchas expectativas por su gran diversidad de ocio, cultura, naturaleza y cómo no por su abundante pesca. Contar con nuestro puerto base en dicho municipio ofrece todas las comodidades y servicios propios del sector náutico: tiendas especializadas, gasolinera, servicio de rampa (hasta 5 m de eslora), grúas, amarres en alquiler por temporadas o períodos vacacionales, servicio técnico de todas las marcas… Podemos remolcar nuestra propia embarcación y alquilar amarre por unos días o alquilar un barco para realizar nuestras salidas de pesca.

 

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Navegación

La navegación costera es muy agradable y nos ofrece formidables vistas y contrastes. Tendremos en cuenta que, en temporada alta, el tráfico es muy denso de las 11 a las 17 h, pero merece la pena sufrirlo. Aquí la tramuntana o viento del Norte puede durar días, incluso semanas y, de ser fuerte imposibilita la navegación, pero si es moderada la situación del puerto de Empuriabrava nos permite salir a costear, pues las montañas de El Pení nos ofrecen resguardo a la tramuntana. El viento Sureste o de Garbí, por su parte, es muy molesto para navegar e imposibilita cualquier acción de pesca. Éste es el típico viento de mar y suele aparecer cada tarde en épocas cálidas (de primavera a finales de verano). Trataremos de madrugar y salir a pescar a primera hora, dado que muchos días el garbí empieza a levantarse a partir de las 11 h. En otoño e invierno, este viento es prácticamente inexistente, pero en días cálidos de primavera, cuando el mar aún está muy frío, nos puede sorprender en cuestión de pocos minutos.

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Empuriabrava tiene un fondo arenoso-fangoso en prácticamente toda su extensión. La costa del Golfo está prácticamente formada por playas de arenas finas pero, tanto por el Norte como por el Sur, el golfo de Roses está delimitado por zonas rocosas y espectaculares acantilados a la vez que por dos grandes reservas marinas: la de les Illes Medes, por el Sur, y la del Cap de Creus, por el Norte.

A pocos metros del puerto podremos pescar a spinning en playas y desembocaduras de ríos, un poco mar adentro tendremos opción de practicar pesca de fondo o brumeo y, a escasa media hora de navegación con una embarcación rápida, podemos estar contemplando preciosos acantilados, practicando jigging o pesca a gran profundidad en cañones que descienden abruptamente hasta los 300 m de fondo.

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Deportes náuticos como el esquí náutico se practican a diario en los meses de verano a primera línea de mar, compartiendo afición con modalidades de pesca como el spinning extremo (popping y jerking brutal). Los navegantes que se dirigen a los acantilados a fondear comparten mar con los aficionados a la pesca al brumeo, pesca muy extendida y popular en la zona. Más al interior, ya sólo encontramos pescadores fondeados sobre pecios y otros practicando curricán. Veamos qué, cómo, cuándo y dónde se pesca en esta zona de la Costa Brava.

Especies y modalidades

Spinning y light popping

A escasos 300 m de la bocana de Empuriabrava existe la desembocadura del río Muga, y a pocos kilómetros, dirección Sur la del río Fluvià, más caudaloso y regular. Dirección Norte, divisamos la bocana de los canales de Santa Margarita, otra zona residencial repleta de amarres con la peculiaridad de que sus aguas son poco salobres, dado que vienen alimentadas por las marismas (Aiguamolls) de l’Empordà. En cuestión de pocos kilómetros de infinitas playas de arena, encontramos dos desembocaduras naturales, una artificial, escolleras, el puerto deportivo de Roses y el puerto pesquero de la misma ciudad, dando gran variedad de escenarios idóneos para practicar la técnica del spinning o light popping. La mejor temporada es la que coincide con las aguas más cálidas, entre mayo y octubre, sin olvidarnos de la reina del invierno, pues grandes lubinas sucumben en los meses más fríos a nuestros engaños. Las especies más comunes que se pescan con esta modalidad son las anjovas, grandes espetones, espectaculares palometones, lubinas de medio porte y, como gran novedad y sorpresa de este verano, nos han entrado a spinning con grandes minnows las poderosas serviolas, dando combates de lo más extraordinarios.

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Curricán de fondo

Al estar tan cerca de desembocaduras y puertos, son muchos los pescadores que apuestan por esta modalidad de pesca, que consiste en arrastrar cebos naturales o artificiales a la profundidad deseada buscando la picada de un buen ejemplar, normalmente de palometón o anjova. Por la zona se utiliza bastante el cebo natural, ya sean pequeños espetones o agujas preparadas y congeladas en casa o jureles recién pescados en la misma zona.

Basta con peinar en paralelo la costa variando la profundidad (hasta unos 15 metros de fondo) buscando con la sonda grandes manchas de peces. Los meses más propicios son también los más cálidos, coincidiendo con la entrada de grandes pelágicos en la zona. De finales de mayo a principios de noviembre no es difícil engañar a ejemplares de palometón que pueden llegar fácilmente a los 20 kg de peso.

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Pesca al brumeo

A una milla escasa del puerto, existe una enorme piscifactoría, a día de hoy en desuso. Cerca de ella, a partir de la zona delimitada por las boyas de señalización, cada fin de semana fondean decenas a veces centenares de embarcaciones que practican la pesca al brumeo.

Esta modalidad de pesca consiste en atraer a peces depredadores lanzando todo tipo de carnada al agua, normalmente sardina troceada. Se inserta un buen trozo de sardina o una entera en un anzuelo resistente anudado a un bajo de línea en torno a los 45 mm y se deja a la deriva, dándole unos cuantos metros de sedal, esperando la picada de peces azules, que proporcionan combates intensos hasta el final.

A partir de la primavera hasta bien entrado el otoño, es habitual pescar todo tipo de pescado azul, ya sean caballas, bisos y grandes bonitos, siendo éstos las estrellas de esta modalidad, aunque no es de extrañar alguna captura ocasional de palometón o dentón a más profundidad, depredadores atraídos por tanta actividad a medias aguas.

Ésta es, seguramente, la técnica de pesca más popular de la zona dada su facilidad y, lógicamente, por su eficacia, dado que se concentran decenas de barcas cebando el mar, y atraen a múltiples especies.

 

 

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Fondeada o a la deriva

La pesca fondeada se practica todo el año en el golfo de Roses, sobre todo en la zona conocida con el nombre de los Biotopos o en barcos hundidos. Existen dos pecios muy conocidos en la zona, el San Prosper, una gran nave que reposa sobre los 50 m de fondo, y está a tan sólo a un cuarto de hora de navegación rápida desde Empuriabrava.

El otro es el Marmoler, a unos 35 minutos de navegación y sobre un fondo de 40 m. Es habitual pescar sobre ellos a la deriva jiggeando con pequeños artificiales de 40 a 60 grs, pescando según la temporada pequeños ejemplares de pescado azul a medias aguas, serviolas de mediano tamaño, pageles y algún dentón en el fondo. Aunque será fondeados y pescando con carnaza que obtendremos los mejores resultados, con las denominadas mólleras escondidas en sus cavidades.

 

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La pesca a fondo al garete se realiza entre los 30 m y los 60 m buscando cardúmenes de pageles. Es habitual dar con ellos, pescando ejemplares que rondan el medio kilo de peso, aunque alguna que otra sorpresa puede alegrarnos la jornada. Pescar ejemplares de más de un kilo es raro, pero un buen día di con un ejemplar de más de 2 kilos.

Navegando al Sur, dirección al precioso pueblo de L’Escala, existe la zona conocida como la de Los Biotopos. Seguramente la encontraremos porque siempre hay una u otra embarcación fondeada. Es curioso observar en la sonda cómo el desierto de arena y fango que forma el firme del Golfo de Roses, se ve salpicado de bloques de hormigón que confieren a la zona un buen refugio a gran número de peces. En verano se practica mucho la pesca al brumeo en esta zona, pero la modalidad reina es la de fondo, ya sea a la deriva o fondeado. Pargos, pageles, sargos, alguna buena lubina serán las capturas más habituales del fondo, mientras que bonitos y serviolas darán buena cuenta a jigs o sardinas lanzadas al garete.

 

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Fondeada o a la deriva

La pesca fondeada se practica todo el año en el golfo de Roses, sobre todo en la zona conocida con el nombre de los Biotopos o en barcos hundidos. Existen dos pecios muy conocidos en la zona, el San Prosper, una gran nave que reposa sobre los 50 m de fondo, y está a tan sólo a un cuarto de hora de navegación rápida desde Empuriabrava.

El otro es el Marmoler, a unos 35 minutos de navegación y sobre un fondo de 40 m. Es habitual pescar sobre ellos a la deriva jiggeando con pequeños artificiales de 40 a 60 grs, pescando según la temporada pequeños ejemplares de pescado azul a medias aguas, serviolas de mediano tamaño, pageles y algún dentón en el fondo. Aunque será fondeados y pescando con carnaza que obtendremos los mejores resultados, con las denominadas mólleras escondidas en sus cavidades.

A partir de septiembre es temporada de doradas muy cerca de la costa, y una muy buena zona para tentarlas es justo enfrente de Empuriabrava, donde desemboca el río Muga o cerca de la entrada de los canales, aunque aquí nos va a molestar el tráfico de barcas. Es importante usar dos anclas, una por popa y otra por proa para evitar cualquier movimiento del cebo, y otro truco que funciona es usar plomos de Turkana Fishing, muy efectivos por sus atrayentes colores.

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Curri de superficie, sepia, calamar 

El curricán costero de superficie se practica todo el año en busca de lubinas, en verano caceando grandes pelágicos y en primavera jureles y otras especies menores. Mar adentro pican bonitos y todo tipo de pescado azul persiguiendo a altas velocidades de cacea con plumas o pequeños minnows, y a alta mar se pescan grandes atunes rojos.

Aparte, otra de las pescas que se realiza con asiduidad y gran aceptación por su facilidad y efectividad, es la pesca a la deriva de la sepia y el calamar, entrando también grandes ejemplares de pulpo. Esta pesca tan divertida y apta para toda la familia empieza la temporada a medianos de noviembre y dura hasta bien entrada la primavera.

Como podéis ver, Empuriabrava es un excelente destino de pesca para todo aficionado a este deporte, sea cual sea su técnica favorita. En este número de la edición de la revista hemos podido repasar las modalidades de pesca y los peces que se mueven por el Golfo de Roses y, en la siguiente, vamos a presentar la pesca de los grandes depredadores que se dan cita en el Cap de Creus.