El uso de los señuelos paseantes

Todo pescador desea capturar el máximo de peces sin importar la técnica empleada. Sin embargo, los adeptos al spinning prefieren gozar de numerosas persecuciones a grandes depredadores en superficie, aun sin optar al gran premio de su captura. El motivo sólo lo sabe quien haya quedado prendado de la magia de los señuelos paseantes.

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De los artificiales que disponemos, los más difíciles de dominar son los paseantes, por este motivo, puede que sean los que mayores satisfacciones nos proporcionan. Por lo general, son señuelos de mediano y gran tamaño, con una longitud entre los 7 a 20 centímetros aproximadamente. Suelen ser flotantes, aunque existen modelos hundidos, navegando a medio metro de la superficie. Pero, ¿por qué crean tanta adición a los pescadores de spinning? ¿Cuáles son más efectivos? ¿Cuándo y cómo los usaremos? ¿A qué especies tentaremos?

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Técnica, modalidades, escenarios y momentos

En el mercado podemos encontrar varios señuelos paseantes que “nadan solos”, pero el mérito de su movimiento no viene dado por el mismo o el material utilizado, sino por la acción que le proporciona el pescador. Con ver deslizar el señuelo encima del agua, podemos adivinar qué experiencia tiene quien le da vida.Existen varias formas de denominar cada técnica y movimientos de estos artilugios, como “walking the dog”, por el curisosocuriosa acción en zig-zag que se transmite al señuelo, al simular la acción de pasear a un perro, de acción medium-heavy o medium y carrete de ratio de 5:1 o 6:1.

Para pasear estos reclamos adecuadamente hace falta mucha técnica en el manejo de nuestro material de pesca, y el errar perfecto solo nos lo dará la experiencia. Más que caña y carrete es cuestión de muñeca y antebrazo. Encontraremos grandes ejemplares de palometones y, sobre todo, anjovas en desembocaduras y aguas calmadas, para los que usaremos grandes señuelos. En acantilados y aguas agitadas con espumeros dan excelentes resultados los de pequeño tamaño, capturando obladas y alguna que otra gran lubina recelosa. En aguas calmadas, amaneceres y atardeceres usaremos señuelos de 7 a 11 cm, mientras que para lirios y palometones, lo haremos con medidas de 12 a 20 cm.

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Emociones sin igual

Para conseguir alguna captura a spinning se precisan numerosos lances. Cuando usamos señuelos hundidos (inclusive los paseantes), no vemos cómo actúa ni cómo afecta nuestro movimiento al señuelo, lo que produce al pescador una sensación de monotonía y aburrimiento.

El paseante flotante siempre está en el ojo del huracán. Son señuelos que lanzan muy bien, logrando grandes distancias y una puntería sin igual. En agua dulce, por ejemplo, se emplean paseantes pequeños para tentar al black bass, y hace falta mucha templanza y afinar bien para lanzar debajo de arbustos como nos sucede al tentar a las lubinas en embarcación o kayak dentro de ríos cerca de sus desembocaduras al mar, caso del Ebro o grandes rías de nuestro litoral.

Poco importa dónde o cuándo, pero saber mover a antojo un paseante es una gozada y, si la suerte nos acompaña, ver a un gran depredador persiguiéndolo, nos hará temblar de emoción unos minutos y soñar durante semanas. Ver pasear, perseguir, atacar y capturar una gran presa en un solo lance es una experiencia que toda persona puede realizar con tesón y mucha constancia.

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Equipos de pesca

Vamos a ver qué equipo necesitamos para cada pesca, los sobredimensionados no nos ayudan en absoluto. Podemos haber movido a la perfección paseantes de todas las marcas, tamaños, pesos y cañas con longitudes fuera de lógica, dado que pescamos a spinning a menudo con varas que superan los tres metros. También podemos haber usado señuelos con carretes de grandes prestaciones, dado que los atunes son grandes depredadores que sucumben regularmente a este tipo de engaños, pero usar equipos sobredimensionados va a provocarnos cansancio y dolor en nuestras muñecas, codos y hombros. Centrándonos en las especies y escenarios que en este caso nos ocupa, podemos determinar dos equipos ideales para afrontar con garantías este tipo de pesca en todas sus modalidades, capturas y escenarios.

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Cañas

Podemos optar por dos:

-Una de unos 2,2 m y acción 30 gr para afrontar interiores de ríos y espumeros en acantilados. La distancia de lanzado será menos primordial que la destreza del lance, y los señuelos que emplearemos en estos escenarios, al ser de menos entidad, nos podremos servir de un equipo bastante light.

-Una de máximo 2,4 m y acción 60-80gr, dependiendo de la marca. Ésta nos va a servir para lanzar y mover perfectamente grandes paseantes y capturar sin problemas ejemplares de pesos, ya sean grandes palometones o peleonas anjovas.

 

Carretes y línea

Las líneas a emplear siempre serán trenzadas unidas a un bajo transparente de fluorocarbono o no, dado que debemos ejecutar y controlar a la perfección cada movimiento del señuelo según nuestras necesidades.

-Al equipo light, destinado a lubinas u otras especies menores, le podemos acoplar un carrete de pequeño tamaño, en torno a un modelo 3000, bobinado con un trenzado muy fino al que empalmaremos un bajo de unos 2m de fluorocarbono de 25-30mm, suficiente para engañar y controlar a cualquier lubina.

-En aguas abiertas, tentando a grandes anjovas y a los poderosos palometones, usaremos carretes tamaño 5000, trenza de 0,17mm y bajos de línea de unos 45 mm, sin tener que ser obligatoriamente de fluorocarbono, dada la furia de los grandes depredadores a tentar.

Podemos usar carretes de ratio lento si pretendemos salir a por lubinas, pero se recomienda montar carretes rápidos para excitar la picada de lirios y palometones. Una grapa de calidad para cambiar los señuelos cuando se nos antoje, mucha paciencia, ganas de pasear un artificial en superficie, buena compañía y un poquitín de suerte para enganchar a un adversario de entidad, harán de una jornada de pesca experimental una experiencia a recordar.

Pañometon (2)

Técnicas para cada especie

Aunque sean señuelos de superficie, podemos provocar su hundimiento con golpes de puntera de la caña hacia abajo, dar movimientos lentos y exagerados con toques de muñeca laterales, hacerlos volar a ras de agua recogiendo velozmente con un carrete rápido… Son infinidad, las posibilidades que nos brindan estos señuelos pero, para tentar a cada especie en concreto, podemos emplear movimientos determinados.

Lubinas

Los mejores momentos para tentar a las codiciadas lubinas con paseantes van a ser los primeros y últimos momentos del día. Usaremos el equipo ligero y montaremos los señuelos de pequeño tamaño, de entre 7 y 12cm. Pueden entrar con colores naturales, pero también con pintados muy atrevidos.

Podemos hacernos con ellas tanto con a paseantes con sonajero interior como sin él, pero por lo general, se sienten atraídas con movimientos más sutiles. Pasear lentamente el engaño e ir intercalando pequeñas pausas dejándolo quieto puede darnos gratas sorpresas y fulminantes ataques.

Lubina (2)

Anjovas

Las anjovas son nuestras adversarias más descaradas y, por tanto, fáciles de traicionar con nuestros movimientos. No dudarán en lanzarse a cualquier ejemplar de paseante, así que recomendamos los de mayor porte para que no nos puedan cortar el bajo de línea con sus afilados dientes.

Podemos juguetear con los paseantes intercalando distintas formas de recogida: lentas, rápidas, superficiales o hundidas. Esta especie no dudará en atacar con extrema frialdad.

Palometones

Los palometones son los depredadores más difíciles de pescar. Curiosos y atrevidos a la hora de acercarse a los señuelos, les cuesta mucho picar. Es más, pueden perseguir nuestro señuelo durante mucho recorrido levantando aguas con su aleta, mordisquéandolo o dándole golpes hasta muy pocos metros de la embarcación.