El recorrido de la Barcelona World Race

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Los ocho IMOCA 60 participantes en la Barcelona World Race recorrerán unas 24.000 millas náuticas, en una circunnavegación de Barcelona a Barcelona, dejando los cabos de Buena Esperanza, Leeuwin y Hornos por babor (la izquierda) y rodeando la Antártida por estribor (la derecha). Esta ruta teórica está calculada en base a la ortodrómica, que es la línea más corta sobre la superficie de la Tierra; pero los regatistas acaban navegando muchas más millas, en muchos casos más del 10%, debido a que trazan su estrategia en función del viento.

En la primera y segunda edición de la regata, los participantes debían pasar por el estrecho de Cook en Nueva Zelanda. En esta tercera edición, el paso por Cook no es obligado, por lo que la flota dejará el archipiélago de Nueva Zelanda por el sur.

Como es habitual, por razones de seguridad ante la amenaza del hielo f lotante, la Dirección de Regata ha establecido unas zonas de navegación restringida en el Índico y Pacífico Sur.

El recorrido de la Barcelona World Race atraviesa, pues, casi todas las zonas macroclimáticas del mundo y tiene la dificultad táctica añadida de la navegación por el Mediterráneo y el paso del estrecho de Gibraltar.

En el recorrido se pueden distinguir hasta 12 zonas climáticas bien diferenciadas. Éstas son:

Barcelona – Estrecho de Gibraltar
Es el tramo mediterráneo y tiene unas 530 mn (983 km). En él las predicciones meteorológicas son más difíciles de precisar que en océano abierto, por las peculiaridades orográficas de las costas y su cercanía que proporcionan situaciones muy variables y cambiantes con pocas millas de diferencia. Es un tramo tácticamente difícil, especialmente en invierno, cuando las brisas térmicas escasean y abundan las zonas con grandes calmas.

El paso del estrecho de Gibraltar
En función de los vientos puede ser uno de los puntos más conflictivos. Si hay temporal de poniente a la ida o de levante a la vuelta, los 60 pies IMOCA pueden verse sometidos a una dura prueba. La fuerte corriente en contra puede hacer muy difícil la travesía en el caso de haber poco viento.

De Gibraltar a las islas Canarias
Es un tramo de unas 640 millas (1.222 km). En él los barcos navegarán a la búsqueda de los alisios del NE.

El paso de las islas Canarias
Un punto táctico delicado será afrontar el paso entre las islas, pues allí el viento se canaliza, causando notables variaciones de intensidad. También habrá que considerar cuidadosamente el paso a sotavento de las islas, donde hay numerosas zonas sin viento a causa del perfil orográfico de las mismas.

De las Canarias al ecuador
Los barcos pueden recorrer de 1.700 a 1.900 millas en función de donde decidan atravesar las calmas ecuatoriales. En la primera parte de este tramo estarán impulsados por los alisios, pero estos irán menguando a medida que los barcos se acerquen a la línea del ecuador. De la estabilidad de estos vientos del NE depende en buena parte la táctica que seguirán los navegantes.

El paso de la zona ecuatorial
Es otra de las zonas más conflictivas de la regata. Es el paso de los doldrums, la zona de convergencia intertropical. Es un anillo de grandes calmas que rodea el planeta y que tiene diferentes grosores en función de la zona geográfica y la época del año. Puede alcanzar las 300 millas de grosor. En la segunda mitad de enero, la mejor “puerta” para atravesar los doldrums suele hallarse alrededor de los 30° W. Se pueden emplear hasta cuatro días para cruzar la zona; una vez allí pueden buscar viento alrededor de los numerosos chubascos que se originan.

Del ecuador al cabo de Buena Esperanza
En el descenso del Atlántico Sur los barcos recorrerán de 3.200 a 3.600 millas. Aquí todo dependerá del régimen de los alisios del SE que soplan en el hemisferio Sur y de las evoluciones del anticiclón de Santa Elena. En cuanto los barcos bajen de latitud y se aproximen al paralelo 40° comenzarán a afrontar los “40 Rugientes”, vientos muy fuertes del oeste que levantan un oleaje enorme.

La travesía del Índico Sur
Desde el cabo de Buena Esperanza al sur de Tasmania los navegantes atravesarán la zona más dura de la regata: el Índico Sur. Serán más de 5.000 millas navegando de lleno en las borrascas del sur con el frío y la humedad de los “40 Rugientes”. La táctica consistirá aquí en situarse lo mejor posible respecto a las borrascas que generan estos vientos.

La travesía del Pacífico Sur hasta el cabo de Hornos
Será una travesía de más de 4.000 millas en la que los navegantes entrarán de nuevo en los “40 Rugientes”. La aproximación al temible cabo de Hornos, el la Patagonia chilena, se realizará por una zona en la que pueden encontrarse densos bancos de niebla. Aquí la gestión de las borrascas deberá adaptarse al obligado paso del cabo. Las condiciones en Hornos pueden ser muy duras si el viento sopla del NW acelerado por la cordillera andina.

De cabo de Hornos al ecuador
La remontada del Atlántico Sur será de unas 3.900 millas. El primer dilema táctico será por qué lado dejar el archipiélago de las Malvinas. El segundo cómo afrontar el anticiclón de Santa Elena que enviará vientos en contra, por lo que los navegantes tenderán a acercarse a las costas de Brasil. En los doldrums la misma situación que a la “bajada”.

Del ecuador al estrecho de Gibraltar
Un tramo de aproximadamente 2.550 millas en el que los regatistas tendrán que negociar con el anticiclón de las Azores. Es un tramo en el que las opciones tácticas pueden resultar decisivas en función de las distancias con las que lleguen los barcos entre sí.

El paso del estrecho de Gibraltar y el tramo hasta Barcelona
Las situaciones serán similares a las de la ida.

www.barcelonaworldrace.org