Según un trabajo coordinado por el presidente del Grupo de pez espada de ICCAT (Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico), desde la Estación Biológica St. Andrews del Departamento de Pesquerías y Océano de Canadá, en el que ha participado muy activamente el Equipo de Túnidos y Especies Afines del Centro Oceanográfico de A Coruña del Instituto Español de Oceanografía (IEO), la reciente recuperación de los stocks de pez espada del Atlántico, y su diagnóstico, ha sido el resultado de la investigación y gestión internacional coordinada.
El trabajo, publicado en Reviews in Fisheries Science en 2013 por científicos de siete países, también señala el papel clave que ha tenido la propia biología de la especie y factores ambientales en esa recuperación que se viene constatando desde 2009 al alcanzar la biomasa de las poblaciones niveles superiores a los necesarios para sustentar el Rendimiento Máximo Sostenible (RMS), a la vez que la mortalidad por pesca ejercida se ha situado por debajo de niveles que producirían sobrepesca. Además, ambas tendencias positivas han sido confirmadas en las recientes evaluaciones realizadas por ICCAT en 2013.
En ese estudio, ahora distinguido por el Comité Ejecutivo de Ciencias de Canadá con el premio nacional a la mejor publicación científica del año en su campo, se repasa el conocimiento científico adquirido durante más de tres décadas de estudio y evaluación del pez espada en el marco de ICCAT. En este tiempo se han constatado tres grandes fases históricas en cuanto a la explotación de la especie. Una primera fase de desarrollo de las pesquerías oceánicas, una segunda de máxima explotación y posterior sobrepesca y una tercera fase más reciente de recuperación de la biomasa de los stocks.
Este estudio, que revisa resumidamente el conocimiento científico sobre la biología, la pesca y la gestión del pez espada, trata de explicar los factores que han motivado cada una de las fases históricas observadas y señala algunos retos de futuro para la investigación y la ordenación.
El esfuerzo internacional de coordinación en la navegación y la gestión de las pesquerías en el marco ICCAT ha sido sin duda los factores principales que han propiciado la recuperación de estos stocks. A esto hay que sumar las propias características biológicas del pez espada y un cambio de fase ambiental a partir de 1996 que probablemente ha favorecido un mejor reclutamiento después de una fase inmediatamente anterior que había sido muy desfavorable.