La crisis del COVID-19 ha traído muchas consecuencias al deporte de la vela a nivel global, con el aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio como realidad más palpable y de mayor transcendencia.
Pero este aplazamiento de los Juegos no afecta solamente al equipo olímpico español, sino a toda la estructura deportiva desarrollada por la Real Federación Española de Vela y, particularmente, a uno de los planes más ambiciosos que se han llevado a cabo en estos años. Es el caso de aquellos deportistas que forman parte del Plan Nacional de Tecnificación Deportiva, un completo programa llamado a formar a los futuros regatistas olímpicos en el que la RFEV se ha volcado.
Hasta hace muy poco, el relevo generacional en el mundo de la vela se producía de forma natural, lo que llevaba a años de escasez en lo que a deportistas de alto nivel se refiere, y al abandono de los deportistas por falta de un programa de seguimiento y preparación. Y, en definitiva, a tener que iniciar desde cero los procesos de selección y entrenamientos tras cada ciclo olímpico.
Con el fin de paliar esta deficiencia deportiva y tras la llegada de Julia Casanueva a la presidencia de la Real Federación Española de Vela, en 2018 se puso en marcha el Plan Nacional de Tecnificación Deportiva, como puente entre la vela de base y los programas de alta tecnificación.
El PNTD se desarrolla según un plan de formación piramidal, en cuya base se sitúa el trabajo de clubes náuticos y federaciones autonómicas, en coordinación con la RFEV. Los deportistas más destacados son seleccionados para entrar a formar parte del PNTD en su Nivel 4, trabajando ya bajo la supervisión de la RFEV e incluidos en los planes de tecnificación de las federaciones autonómicas; son deportistas cuyos resultados se fijan en la primera mitad de las clasificaciones de eventos nacionales y que representan a España en campeonatos internacionales.
El siguiente escalón formativo les lleva al Nivel 3, las Jóvenes Promesas que integran, junto al equipo pre olímpico del Nivel 2, el Equipo Nacional de Vela. Queda el paso más selectivo y difícil, alcanzar el Nivel 1 y ser parte del Equipo Olímpico Español, a lo que se llega a base de trabajo, disciplina y sacrificio.
París sigue siendo París 2024
Según el programa de formación de este PNTD, 2020 marcaba el inicio de la carrera hacia París 2024, con unos objetivos que no cambian ya que, a pesar del aplazamiento de los Juegos de Tokio, la siguiente cita olímpica se mantiene para 2024.
Bajo este planteamiento, la crisis del COVID-19 no ha supuesto un parón en el trabajo de este PNTD, sino un cambio de estrategias para lograr, al final, los mismos objetivos.
Comunicación constante con los miembros del equipo y la elaboración de un atractivo programa de entrenamientos individuales y en casa, charlas técnicas de diversas materias y divertidas competiciones virtuales han mantenido la actividad y permitido avanzar en la formación de los deportistas.
Retomando la rutina
Según lo previsto para este año, el área técnica del PNTD ha continuado trabajando en un modelo de acción común con las federaciones territoriales, mejorando la coordinación y dando continuidad a la optimización de los planes de formación de entrenadores.
Por delante queda la puesta a punto de los equipos de IQFOIL y Formula Kite, las nuevas clases olímpicas, así como la puesta en práctica de un plan de acción en categorías juveniles con tripulaciones mixtas.
El calendario de la “desescalada” manda, pero todo el equipo está ansioso por alcanzar esa “nueva normalidad” que le permita avanzar en su objetivo Paris 2024.
Foto: Robert Hajduk/World Sailing