No cada día se tiene la oportunidad de visitar una de las fábricas de mayor renombre en cuanto a lentes ópticas se refiere. Esta semana hemos aprovechado la ocasión y hemos podido sentir el corazón de Steiner latir a un ritmo muy potente, con total profesionalidad, movimientos muy acompasados y una gran pasión por su trabajo. Todo ello gracias a su importador en España; la empresa especializada en fotografía Robisa.
Si bien hace algunos años que también producen riflescopios, podemos asegurar que Steiner es una compañía alemana dedicada exclusivamente a la fabricación de prismáticos. Su catálogo se divide en tres segmentos muy claros: Náutico, Caza y Outdoor. Uno podría pensar que para la fabricación de prismáticos no hace falta diferenciar mucho, quizás el envoltorio y algo más, pero nada más lejos de la realidad. Los pasos de construcción de cada uno de sus modelos son diferentes, porque los usos que se le van a dar también lo son. Esencialmente varían en algo que no vemos, pero que nos hace ver, es decir: las lentes. Como veremos en este artículo, según qué utilidad se le vaya a dar a los prismáticos, su lente se habrá construido para resaltar o esconder algunos colores (que al fin y al cabo son rayos de luz atravesando cristales -lentes-).
Con el día nublado y mucho frío, ya que la fábrica de Steiner se haya en Bayruth (Alemania), empezamos nuestra visita por las diferentes plantas del edificio, atravesando pasillos y puertas sin parar, y es que los diferentes pasos de la producción están muy claramente separados.
Historia
Cosima Schmidt, Sales Manager del sur de Europa, nos lleva a la primera parada de la visita. Nos comenta que es importante conocer la historia de la empresa, y la verdad es que está en lo cierto, sólo conociendo de donde salen las ideas uno puede valorarlas. En 1947 empezó a funcionar esta fábrica, aunque en otro edificio más pequeño. Empezaron produciendo cámaras de fotografiar, si bien pronto dejaron esta producción para dedicarse exclusivamente a la construcción de prismáticos; siendo en la actualidad los únicos fabricantes que tan sólo tienen prismáticos en su línea de producción. Los primeros interesados fueron los militares, por lo que pronto se quedó pequeña la fábrica y tuvieron que mudarse en las instalaciones donde aún hoy trabajan. Como suele suceder, la producción armamentística acaba repercutiendo sobre la comercial. Ésta última se beneficia de las innovaciones que se hacen en la primera.
1967 también es una fecha clave para Steiner, se asocia con BAYER para la fabricación de uno de los grandes inventos del sector: el Makrolon, un material muy resistente, pero ligero, flexible, ideal para los prismáticos, como demuestra que a día de hoy es el que aún se utiliza.
En los 80, otra vez gracias a la innovación para el sector militar, Steiner lanza un espejo que repele los lásers que se usan en combate para dañar el ojo enemigo. En los 90 participan en la Admirals Cup y se acercan al mundo marino. En el 2000 se introduce el compás en los prismáticos, una de las características de Steiner que lo aproxima más a la náutica que muchos de sus competidores.
La historia de Steiner va ligada con la de los prismáticos en general, ya que algunas de sus invenciones han sido aprovechadas por el mercado en general, como son adaptar la visión a las dioptrías, la incorporación de una brújula precisa o la inclinación del ocular.
El último paso que ha dado Steiner es el de su Internacionalización, con nuevos inversores, se ha querido llegar más lejos y dar un carácter más internacional en la marca. Si bien el grupo inversor que lo ha adquirido es muy potente, también posee uno de los rasgos principales de Steiner: su carácter familiar. Se trata de Beretta. Por lo que todo sigue exactamente igual, simplemente que ahora los prismáticos llegan más lejos.
Características marinas:
-El Nano-protection es una característica que se consigue con una fabricación especial, ésta convierte la lente en un deslizante, por lo que cuando cae agua sobre ella, las gotas se desplazan hasta el contorno, facilitando siempre la vista, incluso a mar abierto y con los típicos rociones marinos.
-Uno de los aspectos secretos de Steiner es la unión de sus lentes. Cabe saber primero de todo que todo prismático lleva más de una lente, pegada con un sistema excepcional que no tan solo no repercute en la visión, sino que puede hacer destacar o encubrir otros. Así, en los prismáticos marinos se consigue una visión mucho más clara que con otros, porque el azul del mar es rebajado mientras que los otros colores sobresaltan. Para entender esto, cabe imaginarse un rayo de luz entrando por una parte del prismático y saliendo por la otra, en este proceso, los rayos se dispersan –o no- según los ingenieros de Steiner han querido.
-El compás integrado -se ve sin sacar los ojos de los oculares- es uno de los grandes hitos en cuanto a la relación entre navegación y prismáticos. En el caso de Steiner se ha dado un paso más, incorporando no sólo un compás nocturno, que se ilumina a oscuras; sino con la característica del último modelo: el compás universal. En el mundo hay cuatro zonas diferentes según las que los compases funcionan –a la causa del magnetismo polar-, así pues, los compases normales se magnetizan según la zona de venta-. Pero con el compás universal (Commander Global), los prismáticos sirven igual en Nueva Zelanda que en Santander, ya que se trata de un compás digital. Éste, además, tiene un sistema giratorio que permite desplazar la visión de un lado a otro con un marcado continuo, sin que la aguja baile.
-La banda de los prismáticos náuticos Steiner flota, por lo que se ha tenido en cuenta que este tipo de objetos acaban cayendo al mar más de lo que uno quisiera, consiguiendo que esto no suponga el final de su uso.
-A diferencia de la mayoría de prismáticos, los Steiner están rellenos de Nitrógeno (90% de N2 y 10% de Elio). Este hecho permite que se puedan usar en cualquier condición climatológica, evitando que la óptica interior se empañe.
-Una de las características por las que se miden los prismáticos es la magnificación. En el caso de la náutica, ésta no supera el nivel 7 nunca, ya que es irrelevante e incluso podría ser contraproducente, por eso entre la gama Marina no se haya ningún prismático de magnificación 10, como sí pasa en los Outdoor y los de caza.
-El sistema Clicloc permite enganchar fácilmente los prismáticos a la banda, al cinturón a dónde nosotros lo queramos llevar, ya que con un sólo clic se consigue la unión entre ambos.
-Otra de las innovaciones de Steiner son las alas de gaviota, gracias a ella se pueden usar los prismáticos a bordo sin preocuparse por el molesto viento o el agua que pueda entrar por los laterales, los ojos quedan bien protegidos en todo momento.
-Autofocus: Si bien antes los prismáticos disponían de un ajuste de focalización, ahora con un nuevo sistema éste ya no hace falta, de modo que el campo de visión es igual que el del ojo humano, siendo el ojo quien varíe la focalización, como sucede cuando vemos sin los prismáticos.
La gama
Marine:
-Commander (7*50)
-Commander Global (7*50)
-Navigator Pro (7*50 & 7*30)
Caza:
-Nightunter Xtreme
-Nightunter LRF
-Ranger Xtreme
-Cobra
Outdoor:
-Wildlife XP
-Safari
La producción
Trabajan en ella 140 empleados, en tres turnos diarios, con total profesionalidad. En esta fábrica todo el mundo es importante, desde el jefe de ventas hasta el quien limpia las lentes. Y es que los procesos de fabricación destacan por mezclar dos aspectos a priori opuestos, como son tecnología de vanguardia y trabajo artesanal. Algunos de los procesos, como el horneado de lentes, puede tardar hasta 10 horas, por lo que es fácil entender que se trate de un producto de alta gama. Además, cada una de las lentes es revisada por una máquina y por un trabajador. Esto supone un éxito tal que de los 200.000 prismáticos que se fabrican al año, hay sólo menos de 1% de deshechos. Si bien todos los departamentos tienen su importancia, hay que nombrar –para entender este 99% de éxito- al que se encarga de los test de calidad. Se prueba todo, a temperaturas extremas, debajo del agua, cambios de presión rápidos, e incluso con golpes continuos.
Medio ambiente
En la fabrica se producen algunos elementos químicos que podrían dañar el medio ambiente. Como estos se mezclan con agua, la dispersión por las cañerías normales provocaría un daño que Steiner no ha querido nunca causar. Por ello, primero contaron con una empresa que les recogía los residuos, hasta que finalmente instalaron su propia depuradora, que no tan sólo limpia el agua utilizada, sino que la recicla, consiguiendo ahorro en agua y cuidando el medio ambiente.
Más información: www.robisa.es
