
Los Estados miembros de la UE han votado a favor de la propuesta de la Comisión Europea para introducir nuevas contramedidas comerciales a los productos exportados a EE.UU., en respuesta a los aranceles a las importaciones sobre el acero y el aluminio impuestos por la administración Trump. Según la información de la European Boating Industry (EBI), las embarcaciones de recreo y determinados equipos (velas y chalecos salvavidas, entre otros) están incluidos con aranceles de entre el 10 y el 25%. De momento, quedan excluidos los motores marinos.
La Asociación Nacional de Empresas Náuticas (ANEN) se suma a la firme oposición manifestada por la EBI a los aranceles sobre embarcaciones y equipos de recreo: “La industria náutica está integrada a nivel mundial y Europa y Norteamérica son los mayores mercados, con una fuerte especialización. Los aranceles perturban los negocios, obstaculizan el crecimiento económico, ponen en peligro el empleo y perjudican especialmente a las PYMEs, que constituyen la columna vertebral de la industria náutica. Acogemos con satisfacción la reducción del tipo arancelario máximo del 50% al 10-25%, como ha pedido el sector. Sin embargo, la decisión de mantener las embarcaciones de recreo en la lista pone en peligro directa e indirectamente a empresas y puestos de trabajo en Europa. La EBI pide a la UE que cambie de rumbo y elimine las embarcaciones de recreo de la lista para proteger los intereses de la UE”.
El sector de la náutica de recreo, “Made In Europe” por excelencia, está formado por más de 32.000 empresas y da empleo directo a más de 280.000 personas. Más del 96% de las empresas del sector son PYMEs.