El Club Náutico de Burriana ha celebrado su primer Open de Embarcación Fondeada, en colaboración con la empresa Colmic, con la presencia y el apoyo de los representantes de las diferentes administraciones y autoridades tanto municipales, como provinciales, de las áreas deportivas, turísticas y marítimas, los pasados 7 y 8 de noviembre.
En esta primera edición se inscribieron 24 parejas, con la presencia de destacados pescadores de la modalidad con una buena representación de medallistas en competiciones nacionales e internacionales entre los competidores. Hay que felicitar a los organizadores por la preparación y el desarrollo del concurso que se llevó de forma impecable, sin incidentes y con un cumplimiento de los horarios previstos poco habitual.
Previa a la jornada del sábado 8, el día antes hubo una reunión de participantes y sorteo de embarcaciones y puestos. La salida de pesca se dividió en dos mangas; una de las 8.00 h a las 12.00 h, y la siguiente, tras traspasar las capturas a otra embarcación para llevarlas a pesaje y recoger las bolsas de comida en otra embarcación, de las 13 h a las 17 h.
El cebo facilitado por la organización, en igual cantidad para todos los pescadores, consistía en dos cajas de langostino, una por manga, y 20 cajas de gusano coreano, 10 por manga, para cada pareja. El único reparo del campeonato podría ser que el langostino resultó escaso para la mayoría de parejas, que lo acabaron antes de finalizar la manga, por la cantidad de capturas que se consiguieron. Posiblemente tres cajas en lugar de dos habría sido más adecuado.
Las condiciones de la competición fueron distintas entre las dos mangas, aparte de celebrarse en dos zonas de pesca que a pesar de estar distantes seis millas entre ellas, resultaron parecidas en los tipos de fondo y profundidades, piedra y sonda entre 15 y 20 metros, a causa de la meteorología resultaron diferentes. Mientras que en las cuatro horas de la primera, el mar y el viento se mantuvieron en calma ya al inicio de la segunda, se levantó un viento del Sur que fue incrementando su fuerza y alterando el estado del mar haciendo que la pesca se volviera cada vez más difícil.
Las capturas fueron abundantes, la mayoría de parejas superaron los 20 kilos de peso entre las dos mangas. En cuanto a importancia de las mismas, destacaron los pargos debido a su peso y abundancia cuando entraban, seguidos de las chopas que eran de dimensiones muy discretas y a continuación las vidriadas y las vacas serranas. Aparte de éstas, se capturaron algunos sargos, pageles, tordos, doncellas, serranos; las capturas habituales en las zonas de piedra, pero en mucha menor cantidad que el resto de especies descritas. Todas las piezas del campeonato fueron donadas en presencia de los participantes a la Casa de Caridad y a Cáritas de Burriana.
La embarcación “Nadine II”, patroneada por Vicente Tortosa, fue la triunfadora de la competición ya que las dos parejas que competían en ella se alternaron en el primer y segundo puesto en la primera y segunda mangas, con una regularidad casi increíble. Las dos parejas pesaron más de 22 kilos en cada manga, con una diferencia de tan solo 204 gramos entre ellas en el peso total de 90 kilos de peso capturados entre las dos parejas. Mientras en la primera ganaba el dúo García-Tortosa, en la segunda ganaba el dúo Prat-Rojas. Este empate de clasificación que se dio en 1+2= 3 y 2+1=3 se resolvió, según las normas, por la pareja que capturó la pieza de mayor tamaño, el resto de empates se resolvieron por el mejor puesto en una manga caso que, por la igualdad, no se daba entre el primero y segundo. La embarcación “Eli” estuvo muy cerca, ya que la pareja Pérez–Pérez que pescaba en ella, superó también por muy poco los 22 kilos de peso en la primera manga y en la segunda manga capturó más de 18 kilos que les valieron el tercer puesto en cada manga y, con ello, ser terceros en la general.
