Cuando hablamos de pescar grandes depredadores a spinning, no cabe duda que obtener picadas en superficie es lo más excitante para un pescador, pero ¿es lo más efectivo? Seguro que no. Dominar distintas técnicas de pesca aporta grandes ventajas al spinner, pero saber combinarlas y compartirlas es la clave del éxito. Las anjovas resultan una opción muy acertada en pesca por varias razones: son depredadores que reúnen agresividad, espectacularidad, potencia… Se trata, además de una pesca muy idónea para todos los pescadores, desde neófitos a los más experimentados. Poco codiciadas por su carne, las anjovas son agresivas en la picada, tienen magníficos saltos, potentes carreras y bruscos tirones. Las podremos capturar desde tierra o embarcados en lanchas y en kayaks. Encarnizadas depredadoras, nadan continuamente buscando bancos de alimento, ya sean pequeñas sardinas, medianos jureles o grandes lisas. Saber divisar grandes bancos de peces pasto nos puede ayudar en su búsqueda, como en desembocaduras, cerca de espigones… Las tentaremos desde los 8 o 10 metros de fondo. Este depredador se desplaza en grupo y acorrala a un gran número de presas para atacarlas hasta extinguir el banco con despiadada rapidez. Es un pez tan voraz que, aun tras la ingesta, podemos incitarlo a picar. Incansables y poderosos, no dudarán en atacar nuestros señuelos a plena jornada, aunque sus mejores momentos sean al terminar o empezar el día. De mediados de abril a bien entrado noviembre, es cuando este pez se muestra más activo en nuestros mares. Técnicas de pesca Elpopping consiste en lanzar pesados señuelos de superficie, que ofrecen gran resistencia al agua al provocar ruidos y explosiones a cada acción de la caña. La ventaja de esta técnica de pesca es que atrae a cualquier depredador que deambule por su inmediación, los fallos que tiene son que cansa demasiado y se fallan muchas picadas en superficie, eso sí, los peces piquen o no, ver los ataques pone a cualquiera los pelos de punta. El jerking, que consiste en mover a tirones grandes minnows debajo del agua, provoca eléctricos movimientos de éstos y grandes destellos con sus cuerpos holográficos. Ésta es una técnica muy efectiva cuando tenemos a los depredadores localizados y a nuestro alcance, lanzando impresionantes señuelos nadadores a largas distancias. Lo ideal, para no agotarse y no caer en la monotonía de usar un tipo de señuelo o técnica de pesca, es ir alternándolas con nuestro compañero de pesca, así, mientras uno atrae a las anjovas con grandes poppers, el otro las tienta en la misma estela con grandes minnows usando la técnica del jerking. Uno poppea en superficie y el otro va recogiendo lenta y linealmente con grandes minnows a metro y medio debajo del agua. De repente, de la nada, en una de nuestras últimas salidas, un par de sombras chapotearon e hicieron saltar el popper con una espectacular picada. Al instante, un enorme pez saltó por completo fuera del agua y ofreció un espectáculo impresionante. Mi compañero lanzó su minnow justo donde la anjova, presa por la ira y la rabia de saberse engañada, luchó con todas sus fuerzas para liberarse. Con las gafas polarizadas vimos cómo otros grandes ejemplares rondaron a la presa y en cuestión de segundos, y un par de jerks… el trabajo en equipo da sus frutos: ¡picada doble! Son muchas, las horas que dedicamos a la técnica del spinning, infinidad de lances y cambios de señuelos, ya sea en un mismo escenario o en distintos spots. Es lógico que, sin darnos cuenta, vayamos intercalando técnicas de recogida según el señuelo que utilicemos en cada momento. El popping nos dará las picadas de ensueño, porque ver cómo cualquier depredador ataca en superficie queda en la memoria para siempre, pero las picadas son más escasas y difíciles que a jerking. Pescar a popping nos ayuda a atraer la atención del depredador, pero también puede ahuyentar a las especies más recelosas como las lubinas. El jerking no es tan espectacular, pero sí más efectivo a la hora de clavar a las presas, dado que se fallan menos picadas.
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