21 días, 19 horas, 32 minutos, 54 segundos: es el tiempo empleado por el “Maserati” para recorrer la Ruta del Té, el trazado de San Francisco a Shanghái surcado con fines comerciales a mitad del siglo XIX por los más aventureros y modernos clipper de la época. Un extraordinario tiempo de travesía, que Giovanni Soldini y “Maserati” solicitarán ratificar al World Sailing Speed Record Council, el organismo internacional que certifica los mejores tiempos de recorridos de las embarcaciones modernas en las rutas histórica de los clipper.
“Maserati” ha cruzado la línea de meta en Shanghái en la noche del 31 de mayo a las 21:25:44 GMT (23:25:44 en Europa, las 05:25:44 del 1 de junio en Shanghái). Saliendo de San Francisco en la noche del 10 de mayo a las 1:52:50 GMT (las 3:52:50 horario Europeo), han recorrido 7.392 millas náuticas (5.334 sobre la ruta ortodrómica) a una velocidad media de 14,1 nudos.
Soldini ha contado a bordo con una tripulación de ocho personas: los italianos Guido Broggi, Andrea Fantini, Francesco Malingri y Marco Spertini; el alemán Boris Herrmann, el chino Jianghe “Tigre” Teng; el sueco Andreas Axelsson y el español Oliver Herrera Pérez.
“Estamos satisfechos”, ha declarado Soldini inmediatamente después de cruzar la línea de meta. “Maserati ha demostrado como siempre ser una gran embarcación y la tripulación ser eficiente y cohesionada. 21 días desde San Francisco a Shanghái es un registro muy respetable. Solicitaremos al World Sailing Speed Record Council que certifique el record. En general tuvimos buenas condiciones de viento y mar. La primera parte de la ruta fue muy rápida: hemos necesitado solo seis días para llegar a Hawái. Después hubo una larga travesía sobre los Alisios. La parte final, de acercamiento a China, fue la más complicada con vientos ligeros, pero nos los esperábamos. Esperamos que esta ruta de más de 7000 millas se convierta en el futuro en un record clásico, como la Nueva York – San Francisco”.
El próximo desafío para el VOR 70 Maserati será a finales de este año en Australia con la Rolex Sidney-Hobart Yacht Race, una de las regatas más reconocidas y difíciles del mundo.
