Los regatistas de ILCA del Club Náutico Sant Feliu de Guíxols (Girona) están haciendo una temporada impecable con grandes resultados deportivos a nivel catalán, estatal e incluso internacional, donde destaca la proclamación de Quim Ferrer como subcampeón de España de ILCA 4, de Mireia Garriga como campeona de Cataluña sub16 en ILCA 4 o de Ricard Garriga como Campeón de Cataluña sub21 en ILCA 7. Unos méritos que se están logrando gracias a la apuesta de la entidad por ayudar a los regatistas a conseguir sus objetivos deportivos y en el proyecto desplegado en los últimos cinco años por los entrenadores Aniol Vilas y Pol Mediñà. Ambos están convencidos de que el CN Sant Feliu es el que más ayudas pone en la vela de Cataluña, tanto en los precios como en el apoyo a los regatistas en materia de compra de material o de financiación para poder asistir a las competiciones.
Este talante forma parte del proyecto del CNSFG de hacer la vela accesible y también de democratizar su práctica, no sólo entre los miembros de los equipos de regatas sino también hacia la ciudad de Sant Feliu de Guíxols, ya sea fomentando la vela en las escuelas o por medio del grupo de abonados. Ayudas como estas son las que hacen que desde el equipo de regatas se trabaje con el compromiso «de hacer de este club el mejor de Cataluña», dice Aniol Vilas.
Los regatistas Quim Ferrer, Mireia Garriga y Ricard Garriga coinciden en confirmar que las facilidades que les pone el Club son indispensables para entender sus logros deportivos. Y añaden otra clave: la labor de los entrenadores, de los que destacan su apoyo tanto deportivo como personal, las horas invertidas navegando incluso cuando no hay entrenamientos programados o el acompañamiento constante. Ricard Garriga considera que «son como una familia» y que esto no se encuentra en el resto de clubs.
Para Aniol Vilas este vínculo es indispensable para el trabajo con jóvenes entre 13 y 18 años que deben hacer renuncias para hacer de la vela su prioridad. Considera que el trabajo emocional y personalizado «es indispensable para no convertir la motivación en frustración». Un reto complicado pero que Pol Mediñà explica que les ha permitido llegar a logros colectivos que ni se imaginaban al inicio de este proyecto y hacer que los regatistas se pongan metas ambiciosas a nivel europeo y mundial.