Del 17 al 30 de agosto, la vela clásica regresó a Baleares, un año más, de la mano de la Regata Illes Balears Clàssics, que organiza el Club de Mar Mallorca. Este año, en el que la prueba alcanzó su 28ª aniversario, contó con más de 30 barcos inscritos, una cifra que supera holgadamente la de las últimas ediciones.
La flota compitió dividida en cinco clases, en función del año de construcción y las características de cada embarcación: aparte de los grandes veleros Big Boats, la clase Época (anteriores a 1950), se subdividió en barcos con aparejo Bermudian (velas triangulares) y barcos con aparejo de Cangreja (velas trapezoidales); los barcos Clásicos (botados entre 1950 y 1976) y la clase RI Clásicos / Espíritu de Tradición, que engloba a barcos antiguos a los que se ha hecho alguna modificación. Por último, se estableció un grupo de Presencia para los barcos que no participan de manera competitiva en las regatas.
El Clarionet (1966) del armador Andrew Harvey, demostró una superioridad absoluta en el grupo de Clàsicos, que concentraba más barcos. En el año de su debut en la Illes Balears Clàssics firmó tres victorias en las tres pruebas disputadas. Este barco es un Sparkman & Stephens concebido desde su botadura para competir en regata. El Chaplin (1974) de la Armada italiana y el Emeraude (1976) de Vittorio Cavazzana fueron segundo y terceros en este grupo.
Tres imponentes barcos, Tuiga, Mariska y Hallowe’en, diseñados por el genial William Fife III y botados entre 1908 y 1926 se jugaban la victoria en la clase Big Boats compitiendo en un circuito diferente al del resto de barcos. Sin embargo, al finalizar la primera jornada el Tuiga se retiró de la competición por un problema mecánico y la victoria se decidió en un mano a mano entre dos. Finalmente el Mariska se impuso al Hallowe’en en este duelo particular.
En la categoría Época Bermudian, el Argyll (1948) del galés Griff Rhys Jones también dominó sin paliativos la categoría tras vencer en las tres pruebas disputadas. Solo le pudo seguir la estela el Manitou (1937), que fue el barco de J.F. Kennedy, segundo en dos mangas. El grupo Época Cangreja ofreció en la última jornada un incierto desenlace, pues el Marigan (1898), de Tim Liesenhoff, y el Grayling (1900), de Rafael Carrió, afrontaban el día decisivo empatados a puntos en cabeza, que se saldó con la victoria del primero.
La clase RI Clásicos, certificó la victoria del Orion (1973) de Tiffany Blackman, que había asegurado ya su triunfo en la jornada previa.
Este año se introdujo por primera vez el premio al barco con mayor porcentaje de tripulación femenina, que se otorgó en esta ocasión al Nerissa, botado en 1965, del armador Leonardo García de Vincentiis.
El Grayling, de Rafael Carrió, fue galardonado como Leyenda del Mar. Carrió recuperó con gran esfuerzo, tiempo y dedicación este barco botado en Inglaterra en 1900 después de que hubiera permanecido varado y abandonado durante décadas en un puerto valenciano.
Por otro lado, el italiano Barbara también fue homenajeado en la entrega de trofeos tras venir a competir en la Illes Balears Clàssics este año por primera vez para celebrar cien años de navegación