Faltan menos de dos semanas para que los catamaranes GC32, también conocidos como “barcos voladores” gracias a sus hidroalas (conocidas en el sector como hydrofoils), vuelvan a tomar las aguas de Barcelona. Tras el éxito del año pasado, las Extreme Sailing Series organizadas por OC Sport en colaboración con la Fundació Navegació Oceànica Barcelona (FNOB), regresarán a la Ciudad Condal del 14 al 17 de junio. Se trata de una competición de vela mundial y altamente profesional —considerada la fórmula 1 de la vela— que, en su duodécima edición, recorre siete sedes emblemáticas de tres continentes en 10 meses. Barcelona será su tercera escala tras los mundiales que han tenido lugar en Riva del Garda (Italia), del 23 al 27 de mayo, y el primer Acto en Muscat, Omán, que se celebró a mediados de marzo.
Durante cuatro días, Barcelona acogerá a algunos de los mejores regatistas de todo el mundo que competirán en catamaranes voladores sobre hidroalas GC32 en pruebas cortas y rápidas. Se trata de livianos barcos de diseño único de 10 metros fabricados en fibra de carbono y tripulados por equipos de 5 regatistas, además de un invitado VIP, que podrá experimentar la sensación de volar en un GC32.
Tras su debut a principios de 2016, los famosos GC32 regresaran a las Extreme Sailing Series por tercera temporada. Este tipo de catamarán, con una eslora de 12m y una manga de 6m, es más pequeño y más rápido que el Extreme 40 que compitió en las nueve temporadas previas de la competición.
La magia de estos catamaranes ultraligeros y que responden de forma inmediata está en sus hidroalas en forma de jota, unas orzas que funcionan como el ala de un avión y elevan los cascos del barco por encima del agua (con tan solo 8 nudos de viento), reduciendo así la resistencia e incrementando la velocidad en el agua rápidamente. Para los tripulantes, se trata de un auténtico acto de equilibrismo para mantener el barco en el aire; y para el público que siga la competición desde las playas de la Barceloneta o desde el Village de libre acceso (situado junto al hotel W y de Marina Vela, en la plaza Rosa del Vents), un auténtico espectáculo de velocidad.
Los barcos estarán amarrados este año en la Marina Vela, una nueva marina deportiva situada en la zona de la Nova Bocana, que abrirá sus puertas este mes de junio para convertirse en uno de los puertos deportivos más importantes del Mediterráneo. Los espectadores podrán ver de cerca a las embarcaciones y a los tripulantes antes de salir a competir.
Cada equipo dedica una media de 5 horas en montar y desmontar su GC32; los catamaranes viajan desmantelados en contenedores de 40 pies de un país al siguiente en carguero, una operación organizada por el partner logístico de las Series, WTC.
Los GC32 fueron diseñados por el experto en foils, Dr. Martin Fischer, y forman parte de la revolución en la que está inmersa el deporte de la vela desde que los enormes AC72 disputaron la America’s Cup en San Francisco en 2013.
El espectáculo en el agua se completará con la flota de Flying Phantom, veloces catamaranes voladores de apenas 5,5 metros de eslora y 165kg de peso con dos tripulantes que disputarán su campeonato de la temporada como parte de las Extreme Sailing Series en algunas de sus etapas —entre las que se incluye Barcelona—, para completar un festival de barcos voladores de cara al público.