Cinco ganadores en la Copa del Rey Panerai

Una gran regata final coronó al Hallowe’en (1926) como campeón de la Copa del Rey Panerai de barcos de época en la clase Big Boats. El velero de Inigo Strez realizó una tercera y última manga casi perfecta y se impuso en tiempo real y en compensando a su principal adversario, el Moonbeam IV (1914), que tuvo que conformarse con plata.

A pesar de su menor eslora, la embarcación ganadora fue la más veloz de la flota de grandes esloras y completó las 15,26 millas de la travesía costera montada por la organización frente a la costa levantina de Menorca en 2 horas, 17 minutos y 32 segundos, lo que tras la aplicación de la fórmula correctora se tradujo en 38 minutos de ventaja sobre el Moonbeam IV, patroneado por Mikael Creach, que no pudo repetir el triunfo de 2011 y 2015.

Para Patrizio Bertelli, co-propietario del imperio de la moda Prada y Challenger of Record de la Copa América, lo que importa cuando se participa en una regata es ganarla. Lo dijo momentos antes de hacerse a la mar a bordo de su barco clásico, Linnet (1905), un NY30 de 13 metros de eslora diseñado por Nathanael Herreshoff, y lo ejemplificó en el mar, al imponerse con suma autoridad en la clase Época Cangreja (barcos botados hasta 1950 con aparejo trapezoidal) al Chinook (1916) y al Olympian (1913), segundo y tercero, respectivamente.

En la clase Época Marconi (veleros hasta 1950 con aparejo de vela triangular) ganó con claridad el Cippino (1949), de Daniel Sielecki, que navega bajo pabellón del Yacht Club Argentino. Se adjudicó las tres regatas de la Copa Panerai y se coronó como el mejor barco del circuito nacional de clásicos, tras sus victorias en el Trofeo Puig Vela Clásica de Barcelona y la Regata Illes Balears Clàssics del Club de Mar Mallorca.

El Ardi, un One Ton de 1968 diseñado por Aberking y Rasmussen, se alzó con la victoria en la categoría de clásicos (veleros botados entre 1950 y 1975), donde se dieron cita 20 embarcaciones, gracias a una buena última manga en la que sólo fue superado por Il Moro di Venezia (1975).

El Calima (1970), rey de reyes de la Copa Panerai de Mahón, escribió una nueva página en su increíble palmarés. El barco de Javier Pujol, un Sparkman & Stephens construido en los astilleros españoles Carabela, ganó la última regata de la competición en la clase Espíritu de Tradición y sumó su undécimo triunfo en la prueba más importante del circuito de español de barcos clásicos y de época.

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