Cañas: Blanks y anillas

Todo pescador que preste necesita herramientas de calidad, fiables y que se adapten al tipo de pesca que vaya a practicar. La caña es, junto al carrete, el principal recurso del aficionado. Vamos a ver qué factores determinan la calidad de una caña y cómo seleccionarla.

Por Andrés Orts

 

Hay unos conceptos básicos que definen a cualquier tipo de blank, vara, o cuerpo de la caña, que son la potencia, acción, el material y la longitud.

La fuerza o potencia: Se trata de la capacidad de la caña para soportar o resistir un esfuerzo. Los fabricantes clasifican las cañas, según su potencia, como Extra Light, Light, Medium, Hard, Extra Hard.

La acción: Hace referencia a cómo flexiona la caña en cuanto aplicamos una fuerza en la punta, que los fabricantes determinan como Slow, Moderate, Fast, Extra Fast (lenta, moderada, rápida y extra rápida).
Esta característica viene dada por la preferencia del pescador, pero por definirla un poco mejor, en general, las acciones cuanto más rápidas son aplican más fuerza en la punta y se puede lanzar más lejos, por ejemplo para lanzar señuelos duros o pesados. Mientras que si queremos lanzar un señuelo más delicado o ligero, necesitaremos una acción entre rápida y moderada. Si deseamos pescar con vivo, lo mejor es emplear una acción de moderada a lenta.

Las cañas más rápidas tienden a ser más sensibles y son mejores para sentir la acción de un señuelo en los toques más sutiles de las presas. La acción moderada a lenta son la mejor opción cuando queremos controlar las líneas finas, mientras luchamos con el pescado.

Una acción extra rápida y rápida es recomendable para pesca a spinning, la moderada es apropiada para popping, la lenta para curricán ligero y surfcasting, mientras que la muy lenta lo es para Big Game. Previamente, antes de seleccionar la acción de un blank, tendremos que considerar qué señuelos o cebos vamos a usar.

Material

En tiempos remotos, las primeras cañas que se usaban eran de bambú de una pieza, donde se ponía un hilo en la punta y se pescaba directamente. Poco a poco, fueron surgiendo los inconvenientes. El bambú se seca y se resquebraja, por ello empezaron a aparecer la cañas de trozos de bambú, apiladas entre sí –aunque las primeras de las que se tiene constancia escrita son las cañas inglesas que datan de 1800–. Poco a poco, esto fue evolucionando hasta conseguir las “super cañas de bambú”, formadas por 6 tiras de bambú que forman un hexágono, una figura geométrica que no se deforma al aplicar una carga. Es un material que a día de hoy tiene un coste desbocado, pero se siguen fabricando para la pesca a mosca. Las cañas de bambú pueden ser mono tramo o multi tramos, por cuestiones de transporte.

A medianos de los 40, empezaron a aparecer las primeras cañas de fibra de vidrio macizo y luego tubulares telescópicas. En España había marcas como Ponce y Palmyre, más concretamente de Murcia, que también fabricaban líneas de pesca de base en seda. Las cañas mencionadas, comparadas con las cañas de bambú eran muchísimo más resistentes, pero algo más pesadas. Se usaban ya para más tipos de pesca con resultados increíbles. Podemos ver al mítico Ernest Hemingway usando las que serían las primeras cañas de fibra maciza para la pesca del marlín en Cuba con sus amigos Fidel Castro y Ernesto Che Guevara.

Actualmente hemos llegado a la evolución de estas cañas de fibra de vidrio, que son muy populares, con las denominaciones comerciales E-Glass y S-Glass (superglass) que tienen muy buena aceptación en el mercado de agua salada, ya que su coste de manufactura es más barato que el carbono y el comportamiento está más que demostrado en cuanto a calidad y durabilidad.

A mediados de los 90, es cuando aparecen los blanks de carbono en el mundo de la pesca y aquí sí que el mercado se vuelve más complejo. Las cañas de carbono se fabrican del mismo modo que las de fibra de vidrio, mediante mandriles cónicos, pero hay que extraer el aire del mandril y, posteriormente, cocer en hornos de vacío. El resultado es una caña que tiene mucha más resistencia a la flexión que la de fibra de vidrio, mayor recuperación y, además, se reduce el diámetro y el peso. Durante unos años, debido a este proceso de cocción en hornos especializados, el precio de las cañas de carbono era bastante más elevado que las de fibra. No obstante a día de hoy los precios están bastante igualados, si bien el precio de los carbonos sigue siendo algo más caro.

Las fibras de carbono han evolucionado muchísimo. Desde las primeras, dispuestas de manera longitudinal (a lo largo de la caña) hasts los nano carbonos y multicapas en diferentes sentidos y gramajes de las telas en las distintas secciones de caña, pudiendo conseguirse flexiones y potencias con diámetros de los blanks inauditos.

La longitud

La longitud del blank varía segun la técnica de pesca. Los pescadores de corcheo usan cañas desde 3 a 13 m y los surfcasters prefieren los blanks de entre 4 y 4,5 m, mientras que los spinners, entre 2,1 y 3 m, los pescadores de popping usan longitudes que oscilan entre 2,3 y 2,70 m, los de embarcación 2-4 m, los de Big Game menos de 2 m y, en reglas generales, los jiggers usan entre 1,65 y 2,15 m. Las cañas más largas proporcionan más distancia de lance mientras que los blanks más cortos aplican más fuerza contra un pez enganchado con menos esfuerzo en el pescador.

 Anillas

Respecto a las anillas se ha evolucionado al mismo paso que los blanks de pesca. De hecho, los pescadores sabemos que unas buenas anillas pueden costar más que el blank de las cañas. Estará en función del tipo de pesca. No es lo mismo una de spinning con 6-8 anillas que una caña de Big Game con 4 rodillos dobles con doble rodamiento inoxidable sellado. Hemos pasado en poco más de 50 años de un trozo de acero inox recurvado para que corriese el hilo, a utilizar anillas de cerámica montadas en bastidor de carbono o titanio.

En líneas generales, sólo hay 4 tipos de anillas: Las de tubo, las mono pata, las doble pata y los rodillos.

Las de tubo van pegadas sobre el tubo de la caña, normalmente son para cañas telescópicas, de pulso o flotador. Se fabrican en distintas calidades, desde el casquillo de bronce a los termoplásticos ligeros. Suelen tener diámetros muy pequeños para que corra el hilo lo más paralelo posible a la caña y aprovechar precisamente la longitud y la potencia. Lo más importante aquí es calidad del material de la porcelana.

Las anillas monopata van atadas al blank y la principal diferencia con las doble pata es que se consigue un conjunto más flexible respecto al blank, ya que podemos conseguir ese extra de flexibilidad y sensibilidad. Ha habido muchas innovaciones en estos últimos años. Desde las galardonados microwave a las de bastidor de carbono para reducir los pesos del conjunto hasta límites insospechados. Normalmente son para caña de spinning o popping y slow jigging.

En tercer lugar, están las dobles patas que son mucho más fuertes ya que disponen de dos puntos de apoyo sobre el blank. Reducen la acción de la curva al tener más puntos de apoyo pero se gana potencia. Este tipo de anillas las vemos en cañas de surfacsting y cañas de spinning pesado o baitcasting y curricán ligero. Cada una tiene sus peculiaridades, desde bastidores pequeños hasta bastidores reforzados como son las de curricán, y según el material del bastidor y la calidad de la anilla de porcelana tendremos un precio desde las clásicas de aluminio a acero inox incluso titanio. Las porcelanas de distinta calidad disiparán mejor la salida del hilo, reduciendo el desgaste del mismo. La revolución en este tipo de anillas fueron las low rider de bajo perfil, muy recomendables para hilos finos, como es el caso del surfcasting.

Las cañas de curricán o Big Game vienen montadas con anillas de rodillo simple o doble, sin porcelana. No obstante según el tipo de pesca, como es el caso del curricán de fondo con líneas plomadas o monel, usaremos rodillos cerámicos para evitar la electrólisis y el deterioro prematuro de los rodillos ya que la porcelana al no ser metálica no tiene este problema.

 

Cañas con rodillos

El motivo de usar cañas con rodillos es sencillo. En este tipo de pesca en la que se usan líneas de grosores considerables, la fricción que crea una anilla cerámica es desorbitada y produce un desgaste prematuro y una temperatura por rozamiento demasiado elevada, por lo que, al poner uno o dos rodillos el hilo literalmente, corre por encima de éste y la temperatura de fricción se rebaja considerablemente.
Respecto a los rodillos tendremos en cuenta que se puedan desmontar y limpiar con facilidad. Aquí tenemos la calidad básica, que es un rodillo sobre un tornillo directamente al bastidor metálico y luego las evoluciones, los rodillos sobre dimensionados con un rodamiento de acero inox sellado por cada lado del rodillo para reducir más la fricción, al rodar con mayor facilidad por el contacto con el hilo se disipa mejor el calor y nuestras líneas sufren menos, claro está, si tenemos en cuenta la evolución de la líneas de pesca y que hoy en día se esta poniendo de moda pescar con trenzados huecos que no absorben agua (hasta ahora las líneas de dacrón que si que absorben agua y que esa poca agua refrigeraba el conjunto) hacen las temperaturas por fricción sean desorbitadas por ello, cuanto mejor y mejores rodamientos lleven, más nos durarán nuestras líneas y menor será dicho rozamiento.