Un yate diferente

Con el Top Deck 63 se crea un espacio en el que salir a navegar signifique salir a divertirse. Amigos y familia sin pensar en problemas, sólo con la idea de hacerse a la mar, para trayectos cortos o largos, pero en contacto con el agua, siempre.

 

El astillero español Astondoa, especializado en barcos personalizados de todo tipo de esloras, desde los 40 pies a los 197, ha ampliado su catálogo con una nueva gama. Como bien ya adelantamos en esta revista cuando la idea surgió, ha nacido un barco sorprendente, diferente, con ganas de aportar muchas soluciones y, sobre todo, con la intención de hacerlo todo más fácil. Se trata de un concepto fresco e innovador. Parece una isla privada, desplazarse ya no sólo será cuestión de hacer millas, sino también de diversión en el mismo trayecto.

Como si fuera un barco multifunción, se abre y permite usar sus múltiples opciones de diversión. El garaje, que es enorme, lleva una carga completa de tenders y juguetes acuáticos. La plataforma de baño se expande para convertirse en un beach club. El jacuzzi tiene las paredes transparentes –algo con lo que alucinan los más pequeños-. El gran salón es, también, para el entretenimiento, equipado con una pantalla gigante para ver películas y una consola de juegos. Y todo esto… con una virtud excepcional, su fácil limpieza y mantenimiento.

Con el mismo sentido de ofrecer un barco elegante, también se ha procurado poner énfasis el tema de la navegación. Si la tendencia es ir a barcos fáciles de gobernar, ¿por qué no hacerlo en un yate que mira al futuro? Pues así es, equipado con el sistema IPS de joystick, el barco se gobierna muy fácilmente, se muestra seguro y responde con rapidez. Además, cuenta con un calado de 1,5 m que le permite acercarse a cualquier playa, cala o recóndito escondite.

Como si hubiera salido de una película, al llegar a nuestro destino para fondear, pulsaremos un botón y se abrirán el garaje, la plataforma de baño y las alas de la cubierta; añadiendo 25 metros cuadrados al espacio recreacional del barco. Para que esto sea seguro, unos brandales mantienen protegidos a los niños, aunque pueden ser retirados fácilmente.

El barco sirve tanto para navegar a unas cuantas millas de la costa y disfrutar de un día completo al sol como para hacer una travesía larga y cómoda. La cubierta principal se divide en un solárium y dinnette a proa, el puesto de gobierno detrás de un deflector, una cocina muy práctica, un salón abierto al mar y un comedor con barra de bar. Ya fuera del hard top, el jacuzzi que sobresale por popa.

En lo que refeire a los interiores, éstos son confortables, elegantes y siguen con la calidad que nos tiene acostumbrados Astondoa. Cuentan con dos cabinas, una de ellas con cama de matrimonio y la otra con dos camas individuales, aunque esto puede verse modificado en caso de que lo requiera el armador. Ambas tienen baño privado. A proa se halla un gran salón con cocina y barra de bar. La distribución, con la cubierta principal al aire completamente y la cubierta inferior para los dos camarotes y el salón, es sin duda diferente. La decoración y los materiales son atractivos, pero a la vez funcionales, con una manguera de agua fresca será suficiente para limpiar la cubierta principal de cualquier líquido desparramado.

Es abierto, pero protege, con su hard top de apertura cenital, la cubierta principal queda a la sombra del sol. Un parabrisas protege la consola de gobierno del viento, aunque se puede bajar y conseguir mayor entrada de brisa durante el fondeo.

¿Y de dónde sale este concepto que ha dejado maravillado a medio Cannnes? Pues de la mano de uno de los más prestigiosos diseñadores actuales: Luiz de Basto. Quien supo combinar en un mismo diseño una plataforma de baño como la de los barcos del doble de tamaño, un garaje con la capacidad de un megayate, 100 metros cuadrados de espacio recreacional, puertas, balcones y plataforma de baño operadas por sistemas hidráulicos, jacuzzi de cristal, motores IPS, cocina totalmente equipada, cubierta de fibra de vidrio antideslizante y fácil de mantener, una sala de entretenimiento y un estilo atractivo y sorprendente.

Como bien comentaba el propio astillero, todo nació de una apuesta arriesgada, de un sueño, pero hoy en día ya es una realidad. Entretenerse en el mar con una eslora adecuada a la familia, pero también a los amigos, sin que eso suponga un trabajo extra ni para el armador ni para la tripulación, quien tiene su espacio en los lados de la parte de popa de la embarcación. Siempre y cuando no se prefiera gobernar uno mismo el barco y dejar estos espacios para más estiba de entretenimiento.

Los dos motores Volvo IP 950 D11, con una potencia de 950 hp a @ 2.300 rpm le permiten una velocidad máxima de 36 nudos; así como un régimen de crucero de 25 nudos. Además, se ha optimizado par obtener una buena autonomía, que en este caso es de 330 millas náuticas.

Astondoa es uno de los astilleros más importantes de Europa. Fundado en 1916, cuenta ya con casi 100 años de tradición náutica y más de 3,000 yates construidos en su historia. Fabricados de modo artesanal, pero con tecnología e instalaciones de última generación, sus yates son un emblema para la náutica de este país.

 

Astondoa 63 Top Deck

Eslora total / Length overall         19,12m

Manga total / Maximum beam         5,09m

Calado / Draft         1,5m

Construcción / Construction         Fibra de vidrio / Fiberglass

Desplazamiento / Displacement         23,3 t

Capacidad de combustible / Combustible capacity         2 700 l

Capacidad de agua potable / Freshwater capacity         662 l

Motorización / Engines         2 * Volvo IP 950 D11

Potencia / Power         950 HP @ 2,300 rpm

Velocidad máxima / Maximum speed         36 nudos / knots

Velocidad de crucero / Cruising speed         25 nudos / knots

Autonomía / Range         330 mn / nm

Camarotes / Cabins         2

Tripulación / Crew         Opcional /Optional

Diseño / Design         Luiz de Basto

Astillero / Shipyard         Astondoa – www.astondoa.es