¿Oyeron hablar del Mar del Coral? Fue el nombre de una de las batallas navales de la II Segunda Guerra Mundial, un pasaje de la historia del que muchos son seguidores y del que surgen citas y pasajes para todo tipo de comparaciones… De “batallas” va la cosa, del hombre contra el pez, un gran pez.
Antes de entrar en materia nos gustaría comentar algo que consideramos relevante acerca de la pesca deportiva de más alto nivel, sobre todo cuando nos vamos a referir a una de las zonas consideradas como las más importantes del mundo para los caza récords internacionales de especies de alto rango… En esta ocasión hablando sobre la pesca en la Gran Barrera de Coral, puedo decir que por mucho que se haya dicho y escrito, por mucho que se haya visto en programas especiales, y por mucho que se pueda imaginar, nada puede parecerse a la realidad. En el primer caso porque oyendo a desconocidos siempre se suele mostrar cierta incredulidad, y es que uno ya está cansado de oír las mismas “batallitas”, en el segundo porque, desgraciadamente, mostramos tendencia a pensar en trucos y engaños cada vez que vemos una captura importante y digna de mención, quizás desmereciendo y restando mérito a lo que hacen los demás en beneficio de nuestro propio ego. Y, en el tercero, porque la imaginación es libre y muchas veces nos hace parecer más sensatos y comprender que ciertas odiseas las consideramos un imposible, es decir, intentamos no soñar con todo aquello que creemos que no podemos hacer, como puede ser nuestro caso, hasta que inesperadamente llega una oportunidad que lo hace posible y el sueño se convierte en una realidad.
Batalla de verdad
Cuando hablamos de batalla nos referimos a una guerra de verdad, pero no bélica sino deportiva, y si citamos esa palabra es porque eso fue lo primero que sentimos al poner los pies a bordo del Nomad y notamos los preparativos que se llevaban a cabo para la celebración de una batalla entre dos contendientes. Por la parte humana se dieron cita varios personajes vinculados a la pesca deportiva, una serie de actores y pescadores consagrados, y tres equipos de profesionales de los medios de comunicación australianos y americanos, muy cualificados, vean:
-Un equipo al completo de la TV australiana, comandado por Clint Hempsell, de Australian Tv Crews, un cámara muy profesional y muy completo con más de 10.000 inmersiones en su haber. Clint se ha especializado en la pesca deportiva de máximo nivel y cuenta con un gran equipo técnico y humano
-Kieran Pelly, productor de los programas Creek To Coast, Queensland Weekender y Great South East, con Aaron Bottero de cámara y buzo. Al igual que el equipo de Clint, estuvieron muy activos y demostraron una gran profesionalidad
-Justin Reynolds, productor de Inside Sportfishing, un canal de televisión de California que solo habla de pesca… Justin también trajo su buzo, Randy Spizer. Al igual que los demás, Randy hizo inmersiones de alto riesgo, no por la presencia de tiburones, sino por la intensidad de las corrientes y la proximidad de los arrecifes. Eso sí, las tomas fueron realmente fantásticas
-Steve Doyle y Ben McConnel son de BCF (Boat, Camping & Fishing – Barcos, camping y pesca), una importante franquicia australiana. Llegaban como actores – pescadores
-Scott Hillier y Ben Hillier (padre e hijo) Scott es un prestigioso pescador deportivo, muy famoso en programas de pesca, y estaba aquí como pescador, actor y locutor
-Michael Guest, un piloto de rallies que ha coincidido en muchos grandes premios con nuestro querido Carlos Sainz, del que es muy amigo. Michael ha participado en el Costa Brava y otros rallies en Andorra y Valencia, y conoce muy bien nuestro país. Estaba como pescador, actor y locutor, y produce sus propios programas de pesca en varias cadenas de tv australianas
-Patrick Sébile, fundador de Sébile Innovative Fishing, diseñador y creador de una importante gama de señuelos que continúa su expansión, con una producción imparable de nuevos productos de creación propia y exclusiva. Patrick era la estrella de la cita, el actor principal
-Y yo… ¿Qué hacía yo aquí? Yo también me lo preguntaba, no crean. Qué hacia yo entre tanto profesional, entre tanta estrella, pues… ¡Fotos! Fotos, y más fotos. ¡Y pescar! ¿O voy a estar en las antípodas, en el mejor sitio del mundo para la pesca de grandes GTs, y me voy a quedar mirando? Pescar por afición en momentos libres y luego por obligación, como uno más del grupo, como un actor “extra”, sobre todo cuando vieron que no me quedaba quieto, que pescaba y que lograba buenas capturas…
Por el otro bando estaban los inocentes GTs, los más grandes del mundo, aunque es obvio que hay de todos los tamaños y que siempre existe el riesgo no de “pinchar”, pero sí de tener que trabajar duro para poder localizarlos. Pero había tiempo… Toda una semana. Por otra parte, todo estaba sujeto al empleo de una modalidad única y al uso intensivo de unos señuelos determinados. Toda una odisea.
La Gran Barrera
Suena a mítico. Si los componentes de la expedición creada por Albert Oromí tuvieron la condición de ser los primeros españoles que pescaron en isla Rodrigues, yo tengo el orgullo y la satisfacción de poder decir que fui el primer español en pisar el Nomad y muchos de los arrecifes de la Gran Barrera de Coral, ya que tuve la ocasión de pescar a spinning desde “tierra”, desde una plataforma con base fija compuesta de corales, conchas, más corales y más conchas… Sobre corales y conchas… Y entre corales y conchas, estrellas de mar de todos los tamaños y colores, distintas variedades del género tridacna, unos bivalvos gigantes con historia (se cuenta que pueden atrapar el pie de una persona que las pise sin darse cuenta), caracoles y caracolas de todo tipo y tamaño, nudibranquios, babosas…
Cada arrecife es distinto. Son enormes, grandes, medianos, pequeños, ridículos, estrechos, alargados, redondos, rectangulares, con miles de formas, incluso de boomerang, etc, pero son arrecifes y la base es el coral y la concha. Con marea alta se ven pero no se tocan, y la navegación por encima es segura; con marea media hay que ir sorteándolos y con marea baja se puede pasear sobre ellos y pescar a spinning desde una base fija que no se mueve… Pero tampoco se hunde.
Con marea baja se dan unas circunstancias muy especiales, y es que tanto arrecife crea verdaderas “calles” por donde circula el Indo-Pacífico formando brazos de imponentes corrientes. Las “calles” son un auténtico laberinto y las corrientes son tan fuertes que hay que sortearlas con cuidado, porque la pesca extrema empieza en zonas así. Digamos que los GTs cumplen las funciones del salmón, un pez que en agua dulce es capaz de hacer frente a las más imponentes corrientes e incluso remontar en el aire alturas impresionantes apoyándose en una estrecha cortina vertical de agua… Pero la fuerza, la resistencia, la potencia de un GT es superior a la de un salmón, así que ya pueden imaginar qué se puede sentir cuando se tiene un ejemplar de 20 o 30 kilos al otro extremo del hilo.
GT, GT… Pez increíble… Los he pescado en varias latitudes del mundo y hasta este viaje los que más me impresionaron fueron los del “Castor Bank” y los de Nosy Mitsio, en Madagascar, pero la fuerza de estos colosos de la Gran Barrera me ha impresionado notablemente. Fuerza y resistencia. En estos días los hemos visto “triturar” y romper señuelos preparados específicamente para resistir las más duras embestidas. Hemos visto anzuelos del 6/0 rotos por la pata, cañas doblarse al límite de rotura aun siendo las mejores del mundo. Hemos visto “echar humo” a carretes de calidad contrastada. Pero lo que más impresiona es comprobar con qué facilidad rompen los bajos de línea a la más mínima oportunidad que tienen de acercarse al “reef”. Y para llegar hasta el arrecife desarrollan una fuerza increíble, fuera de lo común, ya que les va la vida en ello; es la fuerza propia del último aliento, y es que los GTs son muy inteligentes y saben que su única oportunidad de liberarse radica en llegar a los arrecifes, porque fuera de ellos son una víctima dura, pero factible. Viven al límite de los arrecifes de la Gran Barrera, pero es precisamente por eso, ya que sus querencias son una garantía a la hora de encontrar comida y depredar, pero también a la hora de defenderse.
La pesca
Con todos estos detalles es fácil intuir que la pesca se lleva a cabo buscando los rincones, los recodos, las puntas, las fosas, etc, entre los arrecifes, normalmente al resguardo e incluso frente a las imponentes corrientes. Pescando con señuelos estandarizados los resultados podrían ser muy variados, ya que un artificial nadador de medida media puede aportar picadas de varios tipos de túnidos y escómbridos, de los propios GTs y otros jacks, pero también de los abundantes “long tom” (peces cocodrilo), las barracudas, petos, algunos representantes de la familia de los emperadores y varios tipos de meros, muy voraces y acostumbrados a los ataques en superficie. En teoría, en toda esta zona están catalogadas más de 950 especies, una cifra que aumenta la grandiosidad de la “Gran Barrera”. Pero no, esta aventura en la Gran Barrera se basaba en las directrices marcadas por Patrick, el actor principal, tan incansable como cuando le conocí hace ya 15 años y fue mi guía personal en las islas de Cavalos, Meio, Bubaque, Engurumá, Orangosinho y Caravelle (Guinea Bissau).
Pero Patrick perseguía varios objetivos. En 2011 tenía registrados ¡¡327 récords mundiales en IGFA!! Pero ahora serán unos cuantos más ya que en este viaje he sido testigo y yo mismo he fotografiado y he podido certificar la consecución de cinco récords más a su nombre.
Ciertamente, a lo largo de aquella semana mágica podíamos haber pescado de otra forma, con cebo vivo o muerto, podíamos haber pescado otras especies, podíamos haber pescado de muchas maneras y con muchos cebos y señuelos, pero no… Se trataba de superar el récord de GT, fijado en 72,8 kg (160 lb, 7 oz) Ese ejemplar fue pescado en Tokara, Kagoshima (Japón – Mar de China), el 22 de mayo de 2006, por Keiki Hamasaki. Parece algo difícil, pero aquí es posible. Además de perseguir esta meta, Patrick también perseguía nuevos récords según categorías. Lo importante es que todos los invitados tenían la lección bien aprendida y remaban en la misma dirección, cumpliendo los objetivos fijados.
En cuanto a las cadenas televisivas, se llevaron mucho y muy buen material ¡Qué profesionalidad! ¡Qué derroche de medios! ¡Qué manera de involucrarse! Patrick trajo locos a todos los marineros, entusiasmados con la efectividad del Splasher y el Stick Shadd. Debo añadir que el Nomad tiene tienda física y virtual y que comercializa su propia línea de señuelos, entre los que destacan unos poppers imponentes, por su tamaño y también por su efectividad, sin embargo en esta ocasión los protagonistas fueron los señuelos indicados, aclamados por todos los miembros de la tripulación incluyendo pescadores-actores y los guías profesionales. Tan efectivos que ahora el Nomad es el distribuidor exclusivo de los productos Sébile en Australia. Uno de esos pescadores-actores es Michael Guest, un gran piloto de rallies y gran amigo personal de Carlos Sainz. ¡Cómo pesca! (vean sus videos en Youtube escribiendo “fishing the edge” en la barra de Google)
En cuanto a la pesca, antes de llegar hasta aquí hay que entrenarse mucho, y duro. No se puede venir fuera de forma física porque no aguantarán el segundo combate y acabarán con tremendas agujetas tras el primero. En los brazos, en las piernas, en la cintura. Estos GTs son muy fuertes. Además, atacan los señuelos con saña, con una fiereza espectacular y con una gran rapidez, mostrando unos reflejos increíbles, realmente fuera de lo común. Por muy grande que sea el popper, por mucho que sea el estruendo que forma, los GTs salen de la “nada” y dan unas embestidas bestiales, llevándose el bocado hacia el fondo en apenas unas décimas de segundos, que es el tiempo que tarda en comprender que ha sido víctima de un engaño y aprovecha la incertidumbre del pescador para tratar de llegar hasta los arrecifes. Todo es muy rápido, y si el freno del carrete no soporta la tensión aplicada, si la caña no aguanta la brutal embestida, si el bajo de línea no es capaz de mostrar una gran resistencia… lo conseguirá, y si lo consigue adiós GT, señuelo y bajo de línea.
Precisamente para aguantar esa batalla sin desfallecer hay que estar en forma, aunque no es el objetivo principal. En efecto, encontrarse en un buen estado físico es totalmente necesario, casi obligatorio, sobre todo para afrontar la pesca de los más grandes GTs jamás soñados. Y no sólo para combatirlos, sino para intentar pescarlos, ya que los equipos son muy pesados y hay que estar todo el día lanzando continuamente para no perderse una sola querencia, y además los tirones deben ser muy bruscos y muy fuertes, procurando producir un arrastre superficial que desplace el señuelo casi un metro antes de un nuevo tirón. Hay que hacer mucho ruido, crear bullicio, formar espuma y burbujas que exploten, todo en un área de medio metro de diámetro, y eso cuesta mucho, implica un gran esfuerzo y desgaste físico, deja los brazos rotos. Les aseguro que en menos de media hora, si no están preparados, y tras 15 lances consecutivos (he puesto como ejemplo dos por minuto), entran hasta calambres.
Por otro lado, hay que tener en cuenta una serie de factores de gran importancia, sobre todo para comprender por qué es necesario un excepcional estado de forma física:
-Los señuelos utilizados en esta pesca suelen pasar de 200 y más gramos de peso (los nuevos Splasher de 24 cm pesan 338 gramos)
-Las cañas que se utilizan en el Nomad están diseñadas específicamente para una pesca extrema, con el blanck macizo desde el principio hasta el final, y por tanto son más pesadas de lo normal
-Los carretes, por lógica, son de talla XXL, de lo contrario ni tendrían capacidad ni potencia para hacer frente a esta pesca y este tipo de capturas
-Los señuelos deben ser lanzados con toda la fuerza posible, ya que se pesca a una distancia prudencial de los arrecifes, y eso requiere caña en alto, ligero balanceo hacia atrás, y un lance preciso y potente, muy potente, ya que los señuelos son voluminosos, ofrecen mucha resistencia al aire, y hay que procurar contrarrestarlo con fuerza y maña para darles velocidad en su vuelo
-Llegar hasta aquí cuesta caro, mucho tiempo y algunos sacrificios, y una vez aquí se requiere concentración al máximo nivel… De nada serviría recorrer la mitad de la Tierra para pescar en la mejor zona del mundo, y hacer una inversión millonaria para caer rendidos en la primera jornada y pretender descansar en la segunda por «tener todos los huesos molidos», lo que sería todo un sacrilegio…
En cuanto al equipo, no deben preocuparse por nada. Ni siquiera por su caña, carrete o señuelos preferidos; todo lo que hay en el Nomad está a disposición del cliente, y tampoco se puede cargar mucho peso en los hidroaviones, por tanto no es necesario traer nada, solo ganas, ilusión y una buena forma física…
