Nacho Torner, delegado de pesca de CN El Balís

INTRO

Desde el año 2001, Nacho Torner es delegado de Pesca del CN El Balís, año en el que pasó de tener su embarcación en el Puerto de Mataró al Balís. Allí y, debido a la ausencia de un delegado de pesca, se le propuso este cargo al ver su afición por este deporte y su destreza y dominio de varias técnicas. Desde que comenzó y, coincidiendo con el auge de concursos de pesca de altura, la evolución de este club ha sido notable.

Como delegado de pesca, ¿Cómo se organiza un concurso de pesca?

Para poder organizarlo en condiciones, es importante contar con la colaboración de patrocinadores que de entrada te garanticen una seguridad total, para poder contar con jueces, acompañantes, autoridades, etc, y evidentemente su estancia. Además de un buen equipo de delegados, socios, ayudantes y marineros que planifique a la perfección el catering, los amarres, los horarios y un largo etcétera, que será lo que marcará la diferencia entre que al final haya sido un concurso más o un concurso que marque pautas y los participantes no duden en repetir.
Y, por supuesto, hay que ponerle un montón de ilusión, ganas y desinteresada dedicación.

¿Qué tipo de eventos de pesca o técnicas congregan un mayor número de participantes?

Es difícil contestar con exactitud, ya que seguro que varía según el lugar donde se realice el evento. Pero a modo personal, creo que la gente está un poco cansada de algunos concursos ya clásicos y repetitivos, o demasiado largos y caros. Creo que los eventos que más triunfan y en los que veo participa más gente nueva, son aquellos de un sólo día, en los que se encuentran especies diferentes a las que se capturan con el curricán de altura. Los participantes quieren disfrutar de una jornada de pesca sin demasiadas preocupaciones y largos desplazamientos, pescando con la modalidad que ellos mejor realizan. Llegar al club organizador, desayunar, pescar, competir, cenar y regresar.

Con iniciativas de concursos por especies, cualquier embarcación puede realizar un digno papel, por pequeño que sea el barco participante, lo que ha animado a mucha gente que hasta ahora permanecía al margen de muchos concursos y eventos de pesca. De hecho, no es necesario contar con grandes embarcaciones ni realizar grandes desplazamientos para hacerse con un buen puñado de calamares, sepias, pulpos, pageles o jureles. Asó que ahora, esto es mucho más accesible al pescador.

¿Cuál ha sido la evolución de esta sección en este club?

Durante cinco años (2001-2006) y junto a Ramón Capdevila, Jordi Mir, Jordi Lluch y Enric Bouyat hemos organizado el Torneo Pesca de Altura del CN El Balís. Éste ha sido, según la opinión de los participantes, uno de los más importantes a nivel nacional en el mundo de la pesca de altura. Fueron años maravillosos, en los que realmente no costaba demasiado encontrar patrocinadores y colaboradores, y con la ayuda de Rodman, organizábamos un torneo que llegó a reunir a ¡55 embarcaciones y casi 500 asistentes a la cena de clausura!

Pero después llegó la prohibición de capturar atunes, la necesidad de embarcar jueces en cada barco, la lógica captura y suelta, etc. Y lo que era un espectáculo y una fiesta para el público –pesaje de capturas, degustación de sushi, etc.– desapareció, ya que El Balís siempre intentó que el Torneo de Pesca de Altura estuviera abierto a todos los socios y público en general que quisieran ver las espectaculares capturas. Poco a poco, también debido a la crisis, nos fue más difícil conseguir patrocinadores y colaboradores. Me quedé como único delegado de pesca en una sección un poco “huérfana” y se me ocurrió organizar una salida de pesca open, en la que todas las modalidades se podían practicar y se premiaría a las tres capturas mayores; el resto de premios se sortearían para hacer del evento una fiesta de pescadores del Maresme, más que un concurso propiamente dicho.

Hasta el día de hoy, llevamos ocho eventos con un éxito más que notable, reuniendo a unas 150 personas de varios puertos cercanos y a unas 25 embarcaciones de media cada año.

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¿Cuál es su valoración de la pesca desde embarcación en el Maresme?

Muy positiva. La pesca como afición o deporte siempre perdurará de generación en generación en esta comarca, aunque año tras año la mayoría de especies sean menos numerosas e incluso más pequeñas.

Existe una gran afición y tradición de pesca en esta zona y, si alguien no lo valora así, sólo tiene que mirar hacia el mar de nuestro Maresme un fin de semana, aunque sea en invierno. Seguro que cambiará de opinión. Si el mar está bien y el sol luce un poco, verá decenas de embarcaciones repartidas por distintas zonas, bien practicando jigging, curricán, fondal o cualquier otra modalidad de pesca.

Yes que hay cientos de embarcaciones de pequeña o mediana eslora que salen durante todo el año, debido a la bonanza climatológica de esta privilegiada zona de nuestra costa, sin duda alguna.

En su opinión, ¿qué peces suscitan mayor interés por parte de los pescadores?

La costa central del Maresme es casi por antonomasia zona de calamares. Existe una gran afición a esta pesca. Los motivos son bien sencillos. Es un lugar propenso a reunir año tras año a este cefalópodo; también porque son excelentes en la mesa; es una pesca relativamente sencilla y que no precisa ni de potentes embarcaciones ni de largos desplazamientos. En definitiva es bueno, bonito y barato. La comarca también se caracteriza por la afición que existe a pescar sepias y pulpos a la deriva, bonitos y otros pescados azules a curricán, loritos (galanes o raors) en verano y pesca a fondo de pageles y otros espáridos como pargos, chopas o incluso doradas.

¿Se puede hablar de un cambio en los peces capturados con respecto a años atrás? ¿Especies que no encontrábamos hace 30 años y ahora sean asiduas de las aguas del Maresme?

Sin lugar a dudas. Los mismos loritos, cada año se encuentran con mayor frecuencia y durante más meses, llegándose a capturar hasta finales de octubre.

También aparecieron hace 20 años las nerviosas lampugas en nuestra costa, que no permitían apenas la pesca de otra especie a curricán, y ahora parece que casi han desaparecido. Al igual que anjovas y bonitos tan abundantes otros años atrás y ahora muy escasos.

En cambio el dentón ha aparecido con fuerza, debido al auge del jigging, así como la presencia durante todo el año de jureles y estorninos (visos, que no caballas). También podemos decir que han colonizado nuestros roquedales las voraces chopas durante estos últimos cinco años, sobre todo las de menor tamaño, colonizando zonas donde antes abundaba el pargo y el pagel (breca).

Y por último, mención especial para la aparición desde hace 4 años de atunes de entre 20 y 50 kilos durante abril en nuestra costa a escasas millas de distancia, devorando frenéticamente miles de peces pasto.

En general, en los últimos años se observa que hay un gran número de adeptos al jigging. En su opinión, ¿en la comarca, es la táctica que se lleva la palma o es el curricán?

Son junto al calamar, las técnicas seguramente más practicadas. En mi opinión y tras observar a quien practica cada técnica, creo que el aficionado joven es más asiduo al jigging, al estar más activos en la jornada de pesca, más dispuestos a buscar nuevas técnicas (jigging, spinning, etc.) e incluso arriesgarse con especies menos tradicionales de nuestra costa como dentones, serviolas e incluso atunes en primavera a spinning extremo, en la modalidad de captura y suelta.

En cambio, el pescador de cierta edad creo que está más predispuesto a pasear los señuelos durante casi todo el año en busca de jureles, bonitos, melvas, visos, y con suerte algún dentón o serviola.

La actividad de la pesca genera mucha afición en eventos y concursos. Usted, desde hace ocho años, es organizador de la Reunión de Amigos de la Pesca del Club Náutico El Balís. ¿Cómo surgió esta exitosa iniciativa?

Como un sustituto del famoso Torneo Pesca de Altura del CN El Balís y como una excusa para seguir reuniendo a un grupo de viejos amigos pescadores y también nuevos del Maresme. Todo con el ánimo de pasar una jornada inolvidable, pescando, sin renunciar a ganar un premio, bien sea con una excelente captura o en el posterior sorteo, y con el colofón final de una cena en compañía de los demás pescadores, sus mujeres y otros amigos presentes en la cena. Realmente, tras ocho años con la misma fórmula, aún sigue funcionando. Y veo con entusiasmo como la gente repite año tras año, además de nuevas embarcaciones que empiezan a aficionarse a este deporte.

En vuestra Reunión de Amigos de Pesca podéis usar todas las tácticas (curricán, volantín, jigging…). ¿Alguna preferencia por alguna de ellas por parte de los participantes?

Efectivamente, en estos últimos años el curricán de fondo y el de superficie nos ha dado buenos ejemplares de dentones, serviolas y de bonitos al coincidir con la mejor época del año (septiembre) para estas especies en nuestras aguas. También hay un grupo de jóvenes pescadores asiduos al jigging que cada año presentan alguna buena captura.

Poner cuando se habla del torneo balís

Todo pescador tiene alguna salida memorable de pesca. ¿Cuál es la suya?

Llevo desde los 12 años en que comencé a pescar con mi padre, lo que significa que ya son 37 años pescando. Podría contarte decenas, pero me quedo con una mañana de finales de agosto en la que dimos con cientos de calamares juntos y bajo nuestra embarcación. Créeme si te digo que conseguimos más de 100 de ellos en poco rato.

Y también, y tan solo hace unos meses, estoy seguro que recordaré siempre el primer dentón que pescó mi hijo Ignasi, con tan solo 11 años, y es que pesó 6, 7 kilos. Verlo aguantar la caña, casi a trompicones, y embarcar tan noble presa, son instantes que me quedarán grabados para siempre.

¿Alguna predilección en señuelos y colores?

Los pescadores siempre tienen sus manías y señuelos favoritos casi escondidos. Para mí, hay un secreto bien cierto. El tiempo me ha enseñado que no existe un color mejor que otro –realmente es más importante el movimiento y las vibraciones que transmite el señuelo en el agua o que, sobre todo el pescador es capaz de transmitir con sus manos, que no el propio color–. Pero lo que realmente pesca más, y no es poesía, es la actitud con la que afrontamos la jornada de pesca, la predisposición que llevamos de antemano y lo que nuestras manos han aprendido a transmitir.