Mantenimiento óptimo

Un buen mantenimiento del motor es siempre recomendable para alargar su vida útil, disfrutar de un óptimo funcionamiento, ajustar el consumo y, en general, evitar en lo posible las averías.

Existen propietarios de embarcaciones que sólo se acuerdan de que las mismas tienen motor cuando sufren alguna avería que perturba el buen funcionamiento, mientras que otros prestan una atención desmesurada a todos los detalles de funcionamiento, revisiones y reparaciones de forma constante.

INTRO

Para poder disfrutar de una navegación tranquila y sin incidentes, no se trata de decantarnos por ninguna de las dos actitudes sino de un término medio, puesto que a priori, siguiendo las recomendaciones de mantenimiento del mismo fabricante, en cuanto a los elementos a controlar y los periodos en que hacerlo, será suficiente para que nuestro motor disfrute de una larga vida útil.

 

Los puntos básicos

Tanto si somos unos manitas como si preferimos ponernos en manos de un mecánico profesional, hemos de tener en cuenta unos puntos clave para el mantenimiento, que nos pueden ocupar poco tiempo.

1- Limpiar el motor

Mantener el motor y su cámara siempre limpia nos permitirá descubrir de inmediato cualquier anomalía en su estado, como pueden ser pérdidas de aceite, agua o combustible o incluso descubrir pequeñas fisuras de piezas que pudieran desembocar en graves averías. Para ello debemos acostumbrarnos a pasar periódicamente un paño por todo el motor para limpiar restos de grasa y sedimentos, especialmente de salitre y de óxido. En los oxidamientos procederemos a un tratamiento especial raspando con un cepillo metálico o lija el óxido hasta eliminarlo y aplicando un producto limpiador y protector específico que evite de nuevo su aparición.

2-Controlar los niveles

Los niveles de los diferentes líquidos que forman parte del funcionamiento del motor deben ser revisados con asiduidad, como el aceite lubricante del cárter con su correspondiente varilla, el aceite de la transmisión o el líquido de refrigeración del intercambiador de calor. En caso necesario repondremos la cantidad de producto necesaria, procurando no superar los niveles recomendados por el fabricante, para no provocar un mal funcionamiento por exceso. Hemos de tener sumo cuidado en que al reponerlo no se derrame ningún tipo de líquido que iría a parar a la sentina y, además de ensuciar, acarrearía olores fuertes en el interior.

002

3-Revisar las correas

Con un simple vistazo es sencillo ver el estado general de las correas de transmisión, detectando con atención posibles desgastes y grietas. Además, estaremos pendientes de que que tengan la tensión que les corresponde, con el simple gesto de apretar con un dedo en el tramo recto más largo de su recorrido y nos aseguraremos de que no se hunde más de un par de centímetros de su recorrido ideal. Si en el cuadro de mando se enciende la luz del alternador o sube la temperatura, así como si se escuchan ruidos de poleas chirriando, es una buena señal de que la correa y su circuito de poleas no están funcionando correctamente y es posible que tengamos que echar mano de un mecánico.

4-El agua de mar en el motor

Además de por el intercambiador de calor y el escape, el motor está en contacto con el agua de mar por la transmisión, es decir por el eje o cualquiera de los sistemas que se utilizan, como IPS, Zeus, Sail Drive, Colas o Turbinas. Por cualquiera de estos tres puntos puede entrar agua salada en la sentina, llegando a afectar al motor, a la instalación eléctrica o incluso a poner en peligro la embarcación. Debemos por ello buscar cualquier rastro de agua salada a bordo, en primer lugar cerca de las transmisiones y, después, por los conductos de agua de refrigeración, mirando el estado de las mangueras y sus conexiones con el motor para ver si gotean. También revisaremos la salida de esta agua a través de la codera y la caja de resonancia del escape, que puede presentar pérdidas. A recordar que en las transmisiones de eje es muy típica la entrada de agua por el prensaestopas y que en los antiguos siempre debe caer alguna gota para evitar que se sequen y pierdan efectividad.

04

5-Cambio de filtros

Podemos proceder por revisar primero los filtros de la entrada de agua de refrigeración, que deben ser fácilmente accesibles para su limpieza, dedicando a continuación nuestra atención al filtro de combustible, por si existen restos de sedimentos o de agua en la cubeta, que deberemos limpiar y detectar su procedencia. Los filtros de entrada de aire son también bastante sencillos de controlar y limpiar, por ejemplo con aire comprimido e incluso de sustituir. En cambio los filtros de aceite normalmente se cambiarán según las horas de funcionamiento del motor y seguramente lo más habitual es que dediquemos esa tarea a un mecánico especializado. Una vez esté todo en perfecto estado, pondremos en marcha el motor y controlaremos tanto su funcionamiento y la razonable emisión de humos como que el agua de refrigeración salga con la presión habitual por el escape exterior de la embarcación.