Kaluga: el barco autónomo 100% español

Un consorcio liderado por la tecnológica madrileña UTEK, el fabricante gallego de embarcaciones semirrígidas Narwhal Boats y la distribuidora de motores Touron Náutica ha desarrollado un barco no tripulado de altas prestaciones y fiabilidad que ya ha sido probado con éxito: el SV01 Kaluga.

El esfuerzo combinado de las tres empresas españolas ha permitido el desarrollo de una embarcación autónoma totalmente funcional. En apenas nueve meses desde su concepción, el SV01 Kaluga ha conseguido convertirse en toda una referencia entre los USV (acrónimo de Unmanned Surface Vehicle, vehículo autónomo de superficie) a nivel europeo gracias a su funcionalidad, prestaciones y, sobre todo, fiabilidad, merced a la aplicación de metodologías y procedimientos aeronáuticos y espaciales. Responsables del Ministerio de Defensa asistieron a unas exitosas pruebas de navegación en el madrileño Pantano de San Juan, en las que el Kaluga demostró sus poderes navegando de manera totalmente autónoma a velocidades superiores a los 40 nudos con una efectividad del 100%.

El SV01 nació por iniciativa de UTEK (Unmanned Teknologies Applications), la startup madrileña creada en 2016 con el objetivo de desarrollar embarcaciones no tripuladas USV de alta fiabilidad y elevadas prestaciones. Desde un primer momento, los fundadores de la firma entendieron la necesidad de contar con un astillero en el proyecto. “Nos pusimos en contacto con Narwhal y se unieron al proyecto aportando un barco totalmente a riesgo”, explica desde UTEK César Martínez. Faltaba la mecánica sobre la que aplicar la tecnología. “A través de Narwhal llegamos a Touron, que igualmente nos proporcionaron un motor”. Nacía así un consorcio 100% español con el ambicioso objetivo de crear un USV fiable y multifuncional.

Los USV tienen múltiples aplicaciones para defensa, salvamento marítimo, tareas de anticontaminación o investigación oceanográfica, aunque su aplicación más común es la de vigilancia por su habilidad para realizar una operación continuada sin riesgo para las tripulaciones. Su autonomía actual es de 24 horas a baja velocidad, aunque puede ser fácilmente ampliable dotándolo de mayores depósitos de combustible.

El Kaluga cuenta con argumentos suficientes para su comercialización inmediata. Pero sus creadores prefieren continuar avanzando en el desarrollo de aplicaciones más ambiciosas, como el control semiautomático para mantener rumbos fijos o totalmente automático para navegación autónoma entre puntos de posicionamiento GPS.

www.narwhal.es

www.touron-nautica.com