Inicio espectacular de la Volvo Ocean Race

Tras un inicio tan salvaje como espectacular de la Etapa 2 de la Volvo Ocean Race, la flota está poco a poco asentándose en la competición, con navegantes y patrones afrontando ya la primera de las muchas decisiones críticas que van a tener que tomar en esta bajada desde Lisboa a Ciudad del Cabo. ¿Cuánto oeste ganamos?

«Estamos planeando otra trasluchada hacia el oeste para aprovechar los cambios», explicaba Joan Vila, el navegante de MAPFRE, ayer. Dicho y hecho, el equipo español hizo la maniobra apropiada y, a partir de las 13:00, fue el segundo que se había ido más al oeste. Solo Dongfeng había sido aún más radical en su apuesta por el oeste.

«Hay una enorme zona de calma de 500 millas detrás de Madeira, así que no queremos terminar a sotavento de ella», explicaba desde el Turn the Tide on Plastic la patrona Dee Caffari. «Y si vamos más al sur, hacia las Islas Canarias, hay un potencial sistema de baja presión que podría ser un problema. Todas las rutas nos llevan al oeste de Madeira», añade.

El patrón de Sun Hung Kai / Scallywag David Witt y el navegante Steve Hayles parecían tener una visión contraria, apostando por bajar hacia el sur y posicionándose como el barco más oriental de la flota. Los barcos navegan hacia un territorio familiar ya que Porto Santo, una de las islas de Madeira, fue un ‘waypoint’ en la Etapa 1. Pero en esta etapa, los equipos pueden abandonar el grupo de islas por ambos lados, algo que debería suceder esta misma noche.

«Mantenemos todas nuestras opciones abiertas», dijo Simon Fisher, navegante del Vestas 11th Hour Racing. «Vimos al MAPFRE y al Dongfeng y parecen estar yendo hacia el oeste… La idea es llegar al oeste siendo conscientes de que es un tramo de 20 días, y queremos controlar a la flota, todo consiste en la gestión de la flota y el clima, por lo que seguiremos atentos a los próximos movimientos».

El juego táctico se desarrolla tras un agotador primer día de competición, con vientos de más de 30 nudos y olas de 4 metros durante la primera noche de regata. Sam Greenfield, reportero a bordo del Turn the Tide on Plastic enviaba este informe en la primera noche: «Hoy tuvimos situaciones bastante locas. Una ola arrojó a Bianca a la cabina mientras estaba sujeta y había tanta agua que infló su chaleco salvavidas. Allí estaba de espaldas en la cabina, atrapada por el arnés, recibiendo cientos de litros de agua en la cara. Daba miedo mirar. Liz llegó a ella rápidamente y la salvó.

«No sé cómo lo hacen en la cubierta en estas condiciones. Cuando bajé después de grabar, tenía la boca llena de sal y mis manos temblaban demasiado para escribir. No tengo palabras para describir el calibre de la situación».

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