Entrevista a la última superviviente del Titanic

Entrevista Millvina, la última superviviente del Titanic, de cuyo naufragio se han cumplido 105 años. La entrevista se realizó en 2006.

— Millvina, ¿usted nació en la misma ciudad desde cuyo puerto zarpó el Titanic?

— No. Aunque en muchos libros que han escrito sobre la historia del Titanic dicen que yo nací aquí, el dato no es correcto. Yo nací en Londres, el día 2 de febrero de 1912, es decir, 38 días antes de que mis padres embarcaran en el Titanic. De las 2.208 personas que íbamos a bordo del “barco de los sueños”, yo era la más joven.

— Embarcó toda su familia?

— Si. Íbamos mis padres, Bertrán Frank Dean y Georgette Eva Light, y mi hermano Bertran.

— Porque emigraba su familia?

— Mi padre había soñado siempre con montar una tienda de tabaco en América, más concretamente en la ciudad de Wichita, en Kansas. Ahorró durante toda su vida para poder comprar los billetes del barco y abrir una tienda allí.

— Tuvo que ahorrar mucho porque para viajar en un barco de esas características hacía falta bastante dinero, ¿no es cierto?

— Sí. Trabajó muy duro durante toda su vida, pero lo hacía con ilusión, quería cumplir un sueño. Pero permítame aclararle que viajábamos en el Titanic en tercera clase, no en primera.

— Le contó su madre cómo fue el día en que subieron a bordo?

— Mi madre nunca quiso contarme nada acerca de sus experiencias en el Titanic hasta que yo cumplí 8 años. En ese momento, cuando me anunciaba que pensaba casarse de nuevo, comenzó a relatarme lo sucedido en el Titanic y en especial cómo lo vivió nuestra familia.

— Cual fue su primera impresión al encontrarse en el puerto, frente a frente con aquel barco tan impresionante?

— Ella siempre dijo que el Titanic era como si en el mismo puerto hubiesen construido una fortaleza. Era enorme, en altura y longitud; era tan grande que la mayoría de las personas que íbamos a bordo no éramos capaces de verlo en su totalidad. Disponía de tal cantidad de dependencias que para un pasajero era prácticamente imposible conocerlo, especialmente para los que viajábamos en tercera.

— Por qué eligieron sus padres el Titanic para realizar este viaje?.

— Cualquier persona en aquel momento lo hubiese elegido. Era el barco más grande, más seguro, más confortable y más rápido del mundo. Sin duda creían que era un honor ocupar un camarote, aunque fuese de tercera clase, en el “barco de los sueños”.

— Por qué le llamaban “El Barco de los Sueños”?

— Porque la mayoría de personas que viajábamos en él, sobre todo la gente más humilde como nosotros, viajábamos para poner en marcha un proyecto. Todos soñaban, igual que mis padres, en comenzar una nueva vida en América. Algunos pudieron cumplir su ilusión; otros, como nosotros, no.

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