Competitividad y buena organización

El pasado domingo 30 de abril se celebró en aguas de Valencia el Campeonato Autonómico de Embarcación Fondeada Comunidad Valenciana, modalidad individual, valedero para determinar los pescadores que acudirán al Campeonato de España convocado próximamente en Asturias.

Por José Manuel Medina

Campeonato Comunidad Valenciana Embarcación Fondeada

La competición se convocó por la Federación de Pesca de la Comunidad Valenciana y organizó por la Delegación de Valencia y el Club Náutico de Pobla Marina, bajo la supervisión del Comité Técnico de la Especialidad compuesto por David Manuel –director de competiciones–, José Segura –presidente de la Federación Valenciana– y los jueces Pedro Rodelgo y Manuel Coloma. El escenario de este campeonato fue en la Pobla de Farnals, localidad situada a escasos 10 km al Norte de Valencia –entre ésta y Sagunto–, en aguas del Golfo de Valencia, que como quedó demostrado a posteriori con las capturas, no son precisamente un paraíso para los pescadores de esta modalidad, puesto que sus fondos son bastante planos, con pocos accidentes y relieves donde el pescado bentónico que se captura en esta modalidad encuentra su hábitat.

 

Convocatoria y bases

En la competición participaron 48 deportistas de las provincias de la Comunidad Valenciana, clasificados en sus respectivos Campeonatos Provinciales, siendo la provincia de Alicante la que más deportistas aportaba (un total de 13 participantes), proporcionalmente al número de licencias federativas otorgadas. Valencia y Castellón aportaban 11 y 8 respectivamente, siendo los 16 pescadores restantes, los que ya tenían derecho a participar sin pasar por el Provincial, bien por ostentar la condición de «Alto Nivel» de la FEPYC (en total 11 deportistas) –adquirida en diferentes competiciones–, o bien pescadores clasificados directamente por el resultado en el anterior Campeonato de España (5 en total).

Destacó la presencia de un total de 15 deportistas del Club Náutico Marina Internacional de Torrevieja –al que pertenece quien suscribe–, un club que realiza competiciones selectivas de entre 40 a 50 pescadores para elegir a sus representantes en los concursos oficiales, y entre los que se encuentran veteranos pescadores laureados en competiciones nacionales e internacionales.

En cuanto al sistema de puntuación es el habitual de estas competiciones, es decir, cada barco conforma un sector con 4 deportistas, por el sistema de puntos por manga, ordenando a los pescadores según el puesto en el sector (por el peso total obtenido). De esta forma, se minimiza el factor suerte que siempre está presente según el barco y el patrón que toque en el sorteo a cada deportista, puesto que se hace fundamental ganar el barco para obtener una buena clasificación final, independientemente del peso total respecto al de los competidores de otras embarcaciones.

La competición se celebraría en dos mangas de tres horas cada una, volviendo a puerto a descargar el pescado al término de la primera manga y tomar un breve descanso para volver a salir a la mar. De madrugada a partir de las 6 h se procedía a la concentración en el Club Náutico Pobla Marina, pase de lista e informaciones, el sorteo de barcos de las dos mangas a cargo del jurado, y la entrega del cebo, consistente en 1 caja de langostinos y 6 cajas de coreano para cada participante.

Los entrenamientos

Aunque no formaba parte del programa, un grupo de participantes en el concurso había acordado con uno de los pescadores y competidores locales –Jesús Esteve–, salir a pescar la jornada previa a la competición. Gentilmente, éste hizo el esfuerzo de gestionar que 5 embarcaciones de las que iban a tomar parte en el concurso, salieran a pescar la víspera, para explorar las zonas de pesca y sacar conclusiones cara al concurso, respecto de los aparejos, zonas de pesca, tipo de pescado, etc. A bordo de ellas se encontraban 12 pescadores y algún juez de la competición. Los resultados de esta jornada, que resultó bastante gris pero con buenas condiciones y en ausencia de viento, hacían presagiar unos resultados pobres en cuanto a capturas, promediándose unos 3 a 4 kg por pescador. Se capturaron algunos pageles de buen tamaño, y sobre todo pargos, mojarras y sargos de tamaño medio (entre 200 y 500 gr), y serranos pequeños y medianos. El pescado no estaba demasiado activo y picaba con cuentagotas, sin que hubiera «puntos calientes» que presentaran una actividad digna de mención, incluso en zonas donde la sonda marcaba manchas de cierta consideración.

La competición

Una vez realizado el sorteo y entregado el cebo, las embarcaciones partieron hacia la primera zona de pesca, ubicada en 32 m de sonda a unas 3,5 millas al Este del puerto. La mayoría de las embarcaciones optaron por fondear en sondas de entre 35 y 45 m, dentro del rango de 1 milla desde la baliza, donde existía un fondo un poco más abrupto al que denominaban los patrones locales “el escalón”. Incluso así, los resultados fueron en general más pobres que en la jornada de entrenamiento, con promedios entre 1,5 kg y 2,5 kg por pescador. En muchos casos lo que determinó los puestos en cada barco fueron capturas aisladas de cierto tamaño, dada la escasa actividad del pescado. Esta primera manga se desarrolló con buenas condiciones meteorológicas, si bien al final de la misma comenzó a arreciar el viento de lebeche, que se esperaba fuerte a partir de mediodía. Además, regresando a puerto una embarcación sufrió una avería, lo que provocó que el barco del comité tuviera que salir de nuevo para proceder a remolcarla, provocando el retraso del inicio de la segunda manga.

Una vez en tierra, y a la vista del fuerte viento que ya soplaba en esos momentos (con rachas de hasta 30 nudos), los jueces deliberaron y tomaron la decisión de salir a pescar en la segunda manga poniendo la boya a escasos 8 m de profundidad a media milla del puerto, quedando anulado el segundo punto previsto –situado en 20 m a 2 millas de la bocana–, donde las condiciones de exposición harían impracticable e insegura la pesca. Dadas las circunstancias y los fondos fangosos, las capturas estuvieron entre 1 a 2 kg por pescador. Asimismo, destacar el incidente que tuvo lugar cuando había transcurrido una hora de manga y el viento era más intenso. La embarcación “Brisa II” –en la que se hallaba el que suscribe-, comenzó a garrear hasta alcanzar al “Marte”, que estaba ubicada unos 300 metros por detrás. La velocidad de la deriva –aún con el ancla en el fondo– de casi 2 nudos hizo alcanzarla más rápido de lo previsible, y el patrón –producto del nerviosismo– no pudo arrancar el motor al dejar el mando embragado. Los dos barcos chocaron popa contra proa, y las dos tripulaciones se apresuraron a amortiguar los golpes con sus propias manos. Finalmente, tuvimos que cortar el cabo de fondeo del “Marte” para poder salir airosos de la situación. El suceso quedó en susto, pero pudo tener trágicas consecuencias de no haber actuado los tripulantes con celeridad. Eso sí, “Marte” quedó sin fondeo y un pescador del “Brisa” tuvo que saltar al otro barco para evitar los golpes entre ambos. A causa de este extremo, los jueces –con buen criterio- ordenaron detener la manga durante más de media hora, hasta que se proporcionara un equipo de fondeo al “Marte” y se pudiera hacer el transbordo del pescador en unas mínimas condiciones de seguridad (cuando el viento concedió una breve tregua).

A eso de las 17.30 h, y con más de una hora de retraso sobre el horario previsto, las embarcaciones arribaban a puerto para proceder al pesaje, y determinar los 10 primeros puestos del Campeonato “Comunidad Valenciana”, que junto a los campeones provinciales participarían en el Campeonato de España subvencionados por la Federación de Pesca de la Comunidad Valenciana. El Campeón Autonómico resultó ser Francisco José Ruiz Ibarra, “Chesco”, pescador de Guardamar que ya ostentaba la condición de “Alto nivel FEPYC”.

Foto: Francisco José Ruiz, campeón del Cto Autonómico

En definitiva, un concurso con un nivel de competitividad muy alto, y bien organizado por el Club Pobla Marina y los jueces presentes de la FEPYC, a pesar de que el escenario no era el más indicado para que los pescadores pudieran divertirse y el factor suerte operara más de lo deseable al haber tan poco pescado. Cabe mencionar que la conducta de los patrones fue muy positiva al servicio de los pescadores. No obstante, en muchos casos no tenían bien pertrechadas las embarcaciones para la práctica de esta modalidad, bien por no llevar un equipo de fondeo bien dimensionado que contuviera la embarcación, bien por no contar con una electrónica suficiente para fondear con precisión en los “hot-spots” de la zona, o bien por desconocimiento de la misma.

Campeonato Comunidad Valenciana Embarcación Fondeada

1º Francisco José Ruiz                   Alto nivel FEPYC       6630

2º Carlos Chamorro                       Cto España                  6460

3º Manuel Bayarri                          Provincial Valencia    4990

4º Ginés Poveda                              Provincial Valencia    5260

5º Cristian García                           Provincial Castellón    4610

6º Héctor Oliver                              Alto Nivel FEPYC        6720

7º Francesc Badia                           Provincial Valencia      4770

8º Antonio de Vicente                   Provincial Alicante      4320

9º Lorenzo Moreno                        Cto España                    4250

10º Juan Antonio Navarro            Alto Nivel FEPYC        4040

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